Vitoria. Conocer el arte contemporáneo a través de la práctica y de la mano de artistas profesionales para, entre los participantes, desarrollar una propuesta creativa que exponer al final del proceso. En pocas palabras, así se puede definir la filosofía del programa escolar que desde hace 14 años desarrolla el Guggenheim desde Bilbao hacia distintos puntos del País Vasco, una propuesta que desde hoy y hasta finales de agosto muestra sus resultados en el espacio de la capital vizcaína.
Como en ocasiones anteriores, en este Aprendiendo a través del arte hay un destacado sello alavés. De los nueve colegios que han tomado parte, tres de ellos han sido de la provincia: Ramón Bajo (con los estudiantes y profesores de 5º y 6º), Samaniego (5º) -ambos de Gasteiz-, y Zabaleko (1º y 2º), de Amurrio. Además, entre los creadores profesionales también ha habido aportación cercana, por ejemplo en el caso de Joxerra Melguizo e Ibon Saenz de Olazagoitia.
Todos ellos han formado parte del cuerpo creativo que a través de la iniciativa del Guggenheim ha reunido en esta ocasión a 196 escolares de entre 6 y 12 años así como a nueve autores vascos de distintas disciplinas. "Este taller ha sido muy artístico, con muchas cosas divertidas como los murales, el taller de las emociones, que expresábamos nuestros sentimientos con colores, la visita al Guggenheim, los dibujos con el papel transparente, que viniera el fotógrafo a hacernos fotos, pintar las casas blancas, buscar edificios en Internet. Ha sido una experiencia inolvidable", valora un alumno de Ramón Bajo, escuela que para aprender a analizar y expresar emociones, fomentar el respeto y apreciar la riqueza multicultural ha plasmado sobre el papel sentimientos como la alegría, el miedo o la ira y, posteriormente, ha tomado fotografías de sus compañeros expresando estos sentimientos a través del lenguaje gestual y corporal.
"Al comenzar el curso, presentarme como el artista con todas sus connotaciones era algo que me intimidaba. ¡Qué responsabilidad! Pues nada más lejos de la realidad", dice Ibon Saenz de Olazagoitia, quien ha estado en Samaniego para construir una ciudad ideal, teniendo en cuenta criterios como el bienestar físico y las necesidades sociales de los distintos colectivos que la habitarían.
Por su parte, los niños del colegio Zabaleko exploraron de manera lúdica y experimental las interrelaciones entre la música y las artes plásticas, construyendo una enorme escultura musical con objetos cotidianos como tubos, globos, y vasos.