Vitoria. Hay gente que no tiene arreglo. A las big bands les sobran. También anda bien de velas la tarta que les reúne, hoy y mañana, en Gasteiz. Hasta ocho soplará el septeto de agrupaciones -más dos discjockeys- que se reparte esta nueva edición del Big Band Festival, con dos escenarios principales y un downtown que conquistar.
Se encargará de ello desde las 20.30 la Brassa Band, una marching que se encargará precisamente de eso, de poner en marcha al personal, de anunciar y dar paso a la jornada grande de mañana con un aperitivo con ínfulas de Hamelin. Quienes se dejen conquistar por la llamada de su dixie -sin pixie- se convertirán precisamente en ratones, atraídos hasta un Jardín de Falerina que, cuando las agujas coincidan en lo alto de la esfera, será territorio de Dj Mute All y sus ritmos.
Pero el plato fuerte del festival, con el que colabora DIARIO DE NOTICIAS DE ÁLAVA, se scratchea mañana. Montehermoso -otra vez- amanecerá con B3 Dixieland, que apagará fuegos contemporáneos y se alimentará de las brasas del siglo pasado, de nuevo con el dixieland, con Nueva Orleans, como llaves maestras, y con jardín en lugar de parque... de bomberos. Tras su cita de las 12.00 -de nuevo lo más alto del reloj-, tomarán el relevo las versiones de la Big Band Berri, a partir de las 13.30 horas.
Por la tarde, redoble. La Virgen Blanca se la jugará a pequeña con dúples de ases, los que llevan la Txiki Txiki Big Band y la Harmonie Junior d'Artix, que devuelve la visita de los primeros a su festival. Será a las 18.30 horas -las agujas, abajo-, haciendo de liebres a una Gasteiz Big Band recién nominada a los premios de la música independiente como mejor grupo de música urbana. De eso se tratará precisamente en la confluencia musical que tratará de mover los cimientos de la Batalla de Vitoria a golpe de swing del siglo XXI, antes de que la Brassa Band vuelve a sacar la sugestiva flauta.
Porque los Sinatras del futuro, No Reply, esperan en Montehermoso a las 22.30, desparramando energía hacia un Makala DJ que estrena Unexpected tapas... cómo no, con las agujas en lo más alto. También las habrá sobre el plato. Un plato de primera. Pero antes, hoy, el aperitivo.