vitoria. El aire de los pulmones cumple su trayecto hasta el pabellón de la oreja. Las baquetas golpean el timbal en medio del pecho. Los punteos surcan el cielo hasta erizar la piel. La música es un camino. Y, a menudo, un camino en común. El que dibujan desde hace casi dos años los jóvenes intérpretes que pueblan la Txiki Txiki Big Band reúne un buen número de instrumentos, los que precisan día a día sus 52 integrantes, esos mismos que parten hoy camino de Francia con su primer bolo como destino.
Escuelas de música de Amurrio, Dulantzi, Labastida y Gasteiz alimentan con sus estudiantes una formación que, tras estrenarse en la pasada edición del Big Band Festival, coge ahora el autobús hasta la localidad gala de Artix para participar -abren el encuentro- en el Festival Musiques à tous vents.
Siguiendo la estela de su hermana mayor, la Gasteiz Big Band, que acercó a su veintena de integrantes a la pasada edición de la cita francesa, la Txiki Txiki Big Band ha preparado durante este ejercicio una nueva colección de temas para su segundo directo, en el que vuelve a guiar ritmos y melodías la batuta de Ana Isabel Bravo, con el apoyo de un variado colectivo de profesores. El Give me de Abba, el Fly me to the moon de Sinatra o el September de Earth, wind and fire serán algunas llaves para abrir las bocas del público galo, tras la buena acogida de la TTBB en un Big Band Festival en el que repiten este año. Lo que es seguro es que no desentonarán en la ciudad gala. Al fin y al cabo son unos artixtas.