Vitoria. En los espectáculos de Panta Rhei siempre hay que observar un poco más allá del títere, del intérprete/manipulador, de la obra misma. "¡Mira! ¿Quieres ver? ¡Ve!", es el lema que acompaña a Monsters show, lo nuevo de la compañía alavesa, que promete "un show de extravagantes y excéntricos fenómenos de feria" que, como aquella reverenciada cinta de Tod Browning, Freaks, va mucho más allá de la pirotecnia circense y se sumerge en carpas emocionales. Los espectadores de la Umore Azoka de Leioa serán los primeros en disfrutarlo, viernes y sábado.

Monsters show es "un fantástico cabaret de esperanzas, deseos, anhelos, miedos, felicidad y desdicha", un viaje -como todos los circos, itinerante-, que protagoniza "una troupe de sencillos títeres, extrañas criaturas estimulantes y dementes". Pero esta "pantomima de humor, horror y amor… sobrenatural" no se queda en ese telón superficial, sino que, más allá de la bambalina estética "sumerge en el mundo de la explotación infantil".

Danan es el héroe. Un niño soñador y rebelde, paradigma del optimismo. "Con la única herramienta que es la aceptación del punto de vista de los demá s, se enfrenta al poder que los mayores proyectan sobre él, a los que no creen en nada y tienen miedo a todo".

En un modelo de trabajo de artistas/educadores, el equipo de Panta Rhei partió de encuentros con grupos de niños -en dos sociedades rurales, una vasca y otra en la Triple Frontera Iguazú- para crear desde la experiencia y con el títere como "herramienta de juego sensorial, creativo, exploratorio, social y simbólico" una pieza que busca la reflexión, la risa y, sobre todo, desde el respeto a la infancia, "sentir, disfrutar e imaginar".