Al fin y al cabo, las empresas de medios son un ejemplo de cómo reducir, precarizar y externalizar plantilla que no impide aumentar las nóminas de sus directivos. Y las cadenas de televisión han desprestigiado su contenido para multiplicar las bonificaciones en Bolsa de sus jefes de antena. Es más fácil limpiar la casa del vecino que barrer la propia.