a falta de casi dos semanas para la boda real, la delgadez de Kate Middleton preocupa a los británicos, aunque según varios medios de comunicación su evidente pérdida de peso se debe a los nervios por los preparativos del enlace. En los foros de Internet también abundan los comentarios sobre el adelgazamiento de la prometida del príncipe Guillermo, pero el Palacio de Buckingham no se ha manifestado al respecto. Según calcula The Daily Mirror, desde que en noviembre se anunció la boda, Kate, de 29 años, ha pasado de la talla 38 a la 34.
No obstante, el rotativo señala que la causa no es anorexia, sino simples nervios antes de la boda. "Tiene un nudo en el estómago y le resulta difícil comer", comentó la directora jefe de la revista Majesty, Ingrid Seward. Al parecer, durante su reciente visita a Irlanda del Norte, Kate explicó a una señora que le pidió que no adelgazara más: "Es todo por los preparativos de la boda". De hecho, Kate es consciente de que ha adelgazado mucho últimamente porque el anillo de compromiso que le regaló Guillermo y que perteneció a Diana de Gales se le ha quedado grande. Para evitar que pueda caérsele fácilmente, Kate Middleton ha encargado a unos joyeros que lo ajusten. Por otro lado, según rumores que circulan en el mundo de la moda, Kate ha encargado tres vestidos de novia distintos a tres diseñadores para evitar que se conozca cuál será su verdadero traje antes del día del enlace real.