Nueva York. La modista británica Vivienne Westwood es la protagonista de una exposición en Nueva York que explora la evolución de sus creaciones en los años 80, cuando pasó de la provocación de la estética punk a cautivar al gran público. "Es la primera exhibición que se centra en la transformación de Westwood", explicó un portavoz del museo del Instituto de Tecnología de la Moda de Nueva York. La institución ha reunido más de 40 piezas, entre ropa, fotografías, revistas o vídeos, con el propósito de indagar en la estética de los trabajos de Westwood, en la cobertura mediática que recibió y en cómo eran sus clientes.

Algunas de las prendas destacadas son un traje unisex de la colección Pirate (1981) o un vestido de la colección Buffalo (1982), que incluye un sostén pensado para que sea visible, y que es un ejemplo de la tendencia de los 80 de llevar la ropa íntima como una prenda exterior. Vinculada al movimiento punk, Westwood comenzó a diseñar a mediados de los 70 con su pareja, Malcolm McLaren, y sus trabajos se hicieron populares entre algunas tribus urbanas. Sin embargo, en 1985, tras separarse de McLaren, sus diseños se volvieron más estructurados y femeninos, y entre ese año y 1989 atrajo la atención de la prensa y del gran público. Westwood volvió su mirada hacia la historia e interpretó algunos elementos como el corsé o el miriñaque. En la exposición se incluyen varios ejemplos de esta segunda época, como el vestido Statue of Liberty (1988), de cuero plateado, tul y lamé, o las botas Rocking horse (1986), elaboradas con cuero negro y madera.

La muestra concluye con algunas prendas masculinas de la colección que la británica hizo para la primavera-invierno de 1989 y que tituló Civilizade, como algunos conjuntos bicolores.