Madrid. Arco cerró el domingo sus puertas con un balance positivo para galeristas, coleccionistas, artistas, profesionales del sector y del público general, según informa la organización, algo que se traduce en un aumento de las ventas y unas visitas totales de unas 150.000 personas, una cifra similar a la de la edición de 2010.
La atmósfera de optimismo que ha respirado esta edición ha puesto de manifiesto la recuperación de la confianza del mercado, lo que se ha traducido en una dinámica de ventas, con adquisiciones por parte de coleccionistas e inversores privados, así como de diferentes instituciones públicas que han incorporado nuevas piezas a sus museos y colecciones. El cambio en la planificación de la Feria, la reducción a dos pabellones, la distribución de las galerías, son los puntos más valorados, y que han hecho de Arco un certamen más cómodo y accesible para el público.
Asimismo, el esfuerzo por una mayor profesionalización de la feria, la apuesta por la calidad, y la reducción del número de galerías -con un total de 197 participantes-, además de la presencia monográfica de proyectos latinoamericanos en la sección Solo Projects, y de jóvenes galerías de reciente creación en el programa Opening, han sido algunos de los cambios más celebrados.
Otra de las novedades que ha tenido una buena acogida en cuanto a la distribución, ha sido la ubicación de las galerías del país invitado -programa Focus Rusia- intercaladas entre los stands del Programa General, que les ha permitido una mayor interactuación en el marco de la feria.
Mayoritariamente, la valoración de la feria por parte de las galerías participantes ha sido positiva, especialmente considerando el marco económico en el que se ha celebrado esta cita, la primera del circuito internacional en 2011, lo que sin duda puede ser referencia en la evolución del mercado artístico este año. Una valoración que se ha sustentado en unos resultados mejores que en los últimos años y en una recuperación de la confianza. Así los galeristas participantes en esta edición han constatado un nivel de ventas más elevado que en años anteriores, influenciado por la progresiva recuperación del mercado del arte. Los coleccionistas internacionales invitados han sido activos realizando un buen número de adquisiciones, si bien también los coleccionistas españoles -que habían mantenido una política de contención del gasto a lo largo del año- han realizado importantes compras. La recuperación de confianza también se ha puesto de manifiesto en las inversiones públicas e institucionales, que a pesar de la situación económica, han hecho un esfuerzo por mantener sus programas de adquisición en esta edición.
Encabeza la lista el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía, que hizo públicas sus compras en el marco de la Feria, con una inversión de 680.260 euros en la adquisición de 20 obras, de diferentes artistas y ámbitos. Desde un óleo del maestro del surrealismo André Masson, hasta una escultura de hormigón y hierro, fechada en 2009 por Asier Mendizabal. Asimismo, el Ayuntamiento de Pamplona ha adquirido la obra Paisaje del artista argentino Eduardo Stupía, por un importe de 16.000 euros en la Galería Jorge Mara-La Ruche.