LA semana que hoy termina ha estado marcada por la moda, en muy diferentes puntos del globo terráqueo, pues los diseñadores han presentado sus colecciones otoño-invierno 2011: desde Valencia y Barcelona, pasando por Sao Paulo y Copenhage, incluyendo a Estambul, donde el glamour brilló por las pasarelas, en modelos femeninas y masculinos. En Sevilla tuvo lugar la mayor nota de color: la XVII edición del Salón Internacional de la Moda Flamenca desplegó canasteras y vestidos coloridos, formas y tonalidades que veremos en las ferias y romerías de la próxima primavera, según relató a Efe la diseñadora hispalense María del Carmen Cruz.

Por el contrario, en el Salón de la Moda 080 Barcelona Fashion, que se clausuró el pasado jueves en la capital condal, pudimos ver tonos grises, oscuros y sobrios, tónica que también imperó entre las colecciones que los modistos presentaron en la Semana de la Moda en Copenhage, que hoy finaliza, y en la Semana de la Moda de Sao Paulo. Por su parte, Valencia ha dedicado su Fashion Week a los jóvenes creadores que mostraron sus colecciones cargadas de significado, desde la filosofía punk de Nerea Lurgain hasta propuestas que rememoran las enfermeras de la Segunda Guerra Mundial, de Alfred Besora-The Duke.

Los modistos noveles se disputaron en pasarales compartidas non stop el premio al Mejor Diseñador, que conlleva participar en el calendario oficial de desfiles de la pasarela de Valencia en su próxima edición.

Nerea Lurgain reivindica las prendas "para gente que busca el significado de las cosas", en su colección Let me be. Siluetas sencillas con colores oscuros, como el negro y el azul marino, evocan el movimiento punk. Frente a esa oscuridad, se contrapone el "rayo verde" y el rojo chillón de Cecilia Renau, en su colección Le Rayon Verd, o el azul petróleo y el borgoña, de Penélope Almendros, en su apuesta Now we´re bounded. Ambas llenaron de color el desfile en el que la diseñadora castellonense presentó tonalidades "apreciables en la puesta del sol", inspirada en los años 80 parisinos y con cinturas marcadas, faldas pantalón, mangas quimono y grandes solapas.

Con volúmenes disparados, corsés que pierden su función reductora y se convierten en cazadoras, Penélope Almendros ha explorado cada patrón en una colección en la que los elementos se van repitiendo y completando entre sí, con un colorido llamativo contrapuesto al negro. The Duke puso el toque teatral al desfile, con una colección, Asylum, que recuerda el personal sanitario de la Segunda Guerra Mundial y el mundo monacal, con volúmenes anchos en tejidos planos y de poca textura, donde las cruces o los emblemas médicos rojos y verdes destacaron.

Mientras, Düsseldorf calienta motores, pues intentará sorprender dentro de unas semanas con la primera edición de CPD Signatures, con 14 firmas del Estado español, entre ellas la firma vasca Ian Mosh, también del segmento más juvenil, como Riverside, Calao o Saycars. Un escaparate muy sugerente.