LOS ANGELES. La actriz Lindsay Lohan abandonó hoy el centro de rehabilitación Betty Ford donde se sometió durante noventa días a un programa para tratar su adicción a las drogas, informó People en su edición digital.

Lohan, de 24 años, arrastra un largo juicio iniciado en 2007 tras ser detenida por conducir ebria, y que se complicó posteriormente cuando la actriz incumplió en reiteradas ocasiones las órdenes judiciales.

A finales de septiembre se supo que Lohan había violado su libertad condicional tras dar positivo en dos controles antidroga.

La protagonista de "Freaky Friday" (2003) fue detenida y encarcelada durante unas horas, hasta que se abonó una fianza de 300.000 dólares.

Lohan optó entonces por ingresar voluntariamente en el centro Betty Ford donde pasó casi un mes hasta que el 22 de octubre se celebró una nueva vista judicial para determinar si iba a la cárcel.

Finalmente el juez optó por permitir que Lohan continuara bajo tratamiento médico hasta el 3 de enero y fijó la revisión de su caso para el 25 de febrero.

La intérprete dejó hoy las instalaciones sanitarias y, según ha trascendido, alquiló ya una casa cerca de la playa en el área de Venice, en Los Ángeles, por la que pagará más de 7.000 dólares mensuales.