Madrid. Cher vuelve al cine, y lo que casi es más importante: vuelve a las alfombras rojas. "Me divierte llevar esos vestidos que nunca podría ponerme para ir al mercado... que no es que vaya mucho", asegura siempre autoparódica a Efe, mientras reconoce que en su casa le encanta vestir "como una vagabunda". "Tienes que reírte de ti misma, es imprescindible", asegura Cher. "No me puedo imaginar tomándome en serio. Si no hago bromas, chico, ése es el verdadero problema", añade.

Actriz ganadora de un Óscar, presentadora de televisión galardonada con un Emmy y cantante premiada con varios Grammy, Cher sigue tras más de cuatro décadas de carrera sorprendiendo con Burlesque, que llega a las pantallas españolas y en la que, como en la realidad, se mete en la piel de una auténtica superviviente.

El New York Times escribió una frase que hoy tiene grupo de Facebook: "Si hubiera una catástrofe nuclear, sobrevivirían las cucarachas... y Cher". Y entrando en la segunda década del siglo XXI, la frase no pierde vigencia. "Es terrible envejecer en el mundo del espectáculo, ¡apesta! ¿Cuántas actrices y cantantes viejas y famosas conoces? Podría contarlas con una mano y me sobrarían dedos", exclama orgullosa de ser la excepción que confirma la regla.

En Burlesque, no obstante, da el relevo a Christina Aguilera, y la promoción de la película enfatiza que "Se necesita una leyenda para alumbrar una estrella". "No me siento impresionada por la idea de ser una leyenda, pero quedaba muy bien en el cartel", bromea. Pero Cher, a sus 64 años, no se amilana -ya espetó que "nadie pidió a Picasso que dejara de pintar"- y sigue exhibiendo su perenne sensualidad. "En Estados Unidos la gente se sorprende cuando pasas de cierta edad y la gente sigue pensando que eres sexy. Creo que debería mudarme a Francia", ironiza.

Después de haber estado en Las Vegas durante dos años con un espectáculo cargado de purpurina y excesos, ahora planea dar el enésimo giro a su carrera con un disco que gira hacia el viejo rock and roll.

"Estoy grabándolo en Nashville. Creo que mi voz va muy bien con ese estilo de música", asegura quien resurgiera a final del siglo XX renovada como diva disco con Believe. "Disfruté mucho con ese álbum, pero me tuvieron que convencer para hacer música dance. Pensaba que no iba a tener credibilidad", reconoce. Otra vez, cuestión de supervivencia, de metamorfosis y de autosuperación: "Nunca me siento satisfecha, siempre estoy pensando en lo próximo", sentencia. Defensora de la tolerancia -"un sentimiento infravalorado"- y del libre albedrío -"no tengo jefe y nadie me dice lo que tengo que hacer. Creo que eso es inteligente"- Cher resume su filosofía en las bondades de la libertad. "Sin nadie encima soy más incontrolable y eso hace que llegues más lejos, que hagas las cosas mejor, aunque también tengo mucha responsabilidad", asegura. Y así, reconoce haber trabajado como nunca -"16 horas de rodaje al día"- para hacer Burlesque. Los resultados le parecen satisfactorios, especialmente en su tema musical You Haven"t Seen The Last of Me. "Es la canción más difícil que he cantado jamás.