Madrid. "Elegí muy bien al padre de mis hijas". Con estas palabras titula su portada la revista Vanity Fair que en su último número tiene como protagonista a Carmen Cervera. Una vez más, la baronesa demuestra que no tiene pelos en la lengua y que su relación con su hijo Borja no pasa por su mejor momento.

Durante dos días, la publicación acompañó a la viuda de Heini Thyssen que abrió su corazón y no se dejó ningún asunto en el tintero. El titular del reportaje es el más impactante porque vuelve a reabrir el debate sobre la paternidad de las mellizas que adoptó gracias a un vientre de alquiler y a su posesión de la doble nacionalidad española y estadounidense en Estados Unidos.

Cuando se conoció la noticia de su doble maternidad cuando ya sobrepasaba los 60 años, se armó un gran revuelo y más cuando se negó a dar a conocer quién era el padre de ambas. Se especuló durante mucho tiempo que fuera su hijo Borja, aunque ambos lo negaron por activa y por pasiva, llegando incluso a amenazar con interponer demandas para salvaguardar su honor y el de las pequeñas. Pero con estas declaraciones ha vuelto a levantar el escándalo ya que muchos vuelven a apuntar hacia Borja como padre de Sabina y Carmen. Según Tita, sus hijas sabrán quién es su padre cuando "tengan siete años y uso de razón".

Pero los dos días con la baronesa han dado para mucho más y las relaciones materno-filiales han sido punto importante de la entrevista. Sin embargo, para su nuera Blanca Cuesta, quien recientemente le ha hecho abuela por segunda vez, no tiene ninguna palabra aunque de refilón deja caer que tiene gran parte de culpa de la situación financiera del matrimonio Thyssen-Cuesta. "Borja era muy serio con el dinero", afirma Carmen. "Yo odio el derroche, me parece de mala educación. Yo lo único que quería para él era una compañera, una chica buena, trabajadora. Como madre, pretendo que quieran a mi hijo de de verdad. Él es muy ingenuo y muy buena persona", sentencia.

Una de las razones que provocó que recurriese a un vientre de alquiler fue el "miedo" a que Borja se quedara solo en caso de que ella falleciera. "Tenía miedo a la soledad de Borja. En ese momento, ya salía con ella (Blanca Cuesta) pero me decía que no se iba a casar ni a tener hijos en muchos años", asegura Carmen. Pero sus esperanzas de que Cuesta no se convirtiera en su nuera cayeron en saco roto cuando su hijo anunció su intención de casarse con Blanca y, además, estando embarazada de su primer hijo, Sacha, que nació en enero de 2008. Este mismo verano han vuelto a ser padres de otro niño llamado Eric.

Carmen Cervera sigue sin olvidar al que considera el "gran amor" de su vida, Heini Thyssen, que falleció hace ocho años. En la entrevista cuenta que una de las cosas que más le duelen es que no pudo tener hijos con sus principales amores. En su primer matrimonio con Lex Barker enviudó en 1972 y con Heini Thyssen tampoco lo pudo conseguir. "Fíjate que con los dos hombres a los que más he querido no he podido tener hijos. Lex siempre estaba viajando por sus películas- Y con Heini no pudo ser, lo perdimos. Si hubiera habido hace 20 años los métodos de ahora, habría sido posible", lamenta la baronesa que dedica su tiempo al cuidado de sus mellizas y a la Fundación Thyssen.