Nueva York. La carrera de Raquel Welch es minimalista: pocas palabras y algunas pieles colocadas estratégicamente sobre su escultural figura. Su aparición con un bikini en la película sobre la Prehistoria Hace un millón de años (1966) la convirtió en icono sexual de los 60 y 70, pero su ardiente mirada y su melena castaña convencían más que su talento interpretativo.
El domingo cumplió setenta años. Aunque Welch, nacida como Jo Raquel Tejada en Chicago, actuó al lado de muchos grandes de Hollywood como James Stewart (Bandolero) y Frank Sinatra (La mujer de cemento), esperó mucho tiempo en vano a que le llegara el gran papel de su vida. En parte no llegó porque numerosas revistas celebraban sobre todo sus voluptuosas curvas. En 1966, la estadounidense Life la coronó como "la mujer más fotografiada del año". Posteriormente, ella intentó sin éxito desprenderse de esa imagen de reina erótica.
Sus honorarios no eran tampoco nada despreciables: llegó a cobrar hasta un millón de dólares en los años 60 e invirtió el dinero muy previsoramente en una productora propia. Su talento para la comedia quedó patente en Los Tres Mosqueteros, que en 1973 le valió un Globo de Oro. Sin embargo, a partir de ahí su carrera se le hizo cuesta arriba. Durante el rodaje de la adaptación de Cannery Row, de John Steinbeck, los estudios la obligaron a ceder el papel a Debra Winger. En esta ocasión, el minimalismo servía de poco. Por supuesto, la actriz se quejó y logró una indemnización de 11 millones de dólares por daños a su carrera. Pero en realidad, la sentencia de 1982 significó su entrada a la prejubilación.
Welch proviene de una familia de lo más internacional: su padre, Armando Carlos Tejada, era un ingeniero boliviano de origen franco español, y su madre, Josephine Sarah Hall, tenía ascendencia anglo escocesa. Desde pequeña, asistió a clases de teatro y ballet y durante su adolescencia ganó varios concursos de belleza. Su apellido inglés viene de su novio del colegio y el primero de sus cuatro maridos, James Westley Welch.
Después de unos pocos años y dos niños, Welch se hartó del matrimonio, se divorció y comenzó a trabajar como modelo, camarera y chica del tiempo en una cadena de televisión. En 1964 consiguió su primer y modesto papel en la cinta de Elvis Presley El carrusel del amor.
Ahora, tras su cuarto divorcio -esta vez del pizzero 15 años más joven Richard Palmer-, vuelve a estar soltera. "No puedo soportar que mi marido me traicione. Después de todo, soy Raquel Welch, ¿entiende?", reza una de sus citas más famosas. Y seguridad en sí misma sigue sin faltarle. La belleza es, en cambio, cuestión de edad. "Por supuesto que ya no uso la misma talla que antes. ¡Pero sigo llevando jeans ajustados y creo que me siguen sentando estupendamente! ¡Igual que antes!", dijo en el año 2007.