París/teherán. El diario iraní Kayhan insistió ayer en sus ataques contra la primera dama francesa, Carla Bruni, a la que deseó la "misma suerte" que la mujer condenada a ser lapidada y a la que Bruni defendió en una carta pública. Pese a las críticas del Gobierno de Teherán por las ofensas contra "representantes extranjeros" y las fuertes protestas de París, el rotativo volvió a atacar a Bruni, a la que ya calificó el lunes de "prostituta" y culpó del divorcio de Sarkozy. "Prostitutas francesas pusieron el grito en el cielo por los derechos humanos", indicó Kayhan en referencia a Carla Bruni y a Isabelle Adjani. La esposa del presidente francés también ha tenido "relaciones ilícitas con otros hombres", apuntó Kayhan, órgano oficial del ala ultraradical del gobierno persa presidido por Mahmud Ahmadineyad. "Esa prostituta italiana debería correr la misma suerte que Ashtiani y se merece morir", agregó el rotativo en alusión a Bruni, nacida en Italia.
La cantante, actriz y modelo fue fuertemente atacada el lunes por medios iraníes tras defender públicamente a Sakineh Mohammadi-Ashtiani, una mujer de 43 años condenada a ser lapidada por haber cometido adulterio y por asesinar brutalmente a su marido en 2006. En un vídeo aparecido en la televisión iraní la mujer explicó que sólo lo dejó inconsciente y que el crimen fue perpetrado por el primo de la víctima, aunque contó con su aprobación.
"¿Quién puede callar frente a la sentencia dictada contra usted? ¿Por qué derramar su sangre? ¿Por qué robar la madre a sus hijos? ¿Sólo porque han vivido y amado? ¿Porque es usted una mujer, porque es iraní? Todo mi ser se niega a aceptarlo", escribió Carla Bruni en la web La regle du jeu del escritor Bernard-Henri Levy. El portavoz del Ministerio de Exteriores iraní, Ramin Mehmanparast, afirmó que "el empleo de insultos contra dirigentes extranjeros no es correcto y no es aprobado por el Gobierno iraní". Añadió que incuso si se están adoptando "políticas erróneas" contra Teherán, el Gobierno prefiere manejarlas "desde la crítica lógica", en lugar de emplear "insultos que van contra nuestros principios éticos.