Madrid. En una profesión en la que hay "tanto paro", Carlos Hipólito trabaja mucho y bien, pero él se empeña en atribuir sólo a la suerte que le llamen para proyectos como Todos eran mis hijos, que protagonizará a partir del 9 de septiembre en el Teatro Español.
"Lo que son las cosas", se admira: "Cinco años seguidos en las tablas del Español, con Miguel Narros, veinte de ausencia para volver el año pasado con Glengarry Glen Ross, dirigido por Daniel Veronese, y "ahora esto, para no salir ya de aquí", bromea.
Recibió la llamada del director argentino Claudio Tolcachir con "una gran satisfacción", porque le había dejado "hipnotizado" con La omisión de la familia Coleman y se preguntaba quién podía haber hecho aquello "con tanta verdad". Y luego fue Tolcachir el que le vio a él en Glengarry Glen Ross y le llamó para protagonizar este "clásico contemporáneo" de Arthur Miller, una oferta que le pareció "un milagro y una sorpresa".
Su primer Miller, dice, es "una obra maestra: indaga en la naturaleza humana y es también la historia de una familia que podría ser de hoy en día, de cualquier país del mundo. Ideológicamente tiene una carga que no ha perdido, y está vigente porque habla de la guerra y sus consecuecias".
Se está acercando a su personaje "con mucho cuidado", porque está "lleno de matices, de capas, bajo las que esconde muchas cosas" y asegura que le están ayudando "muchísimo" sus compañeros, Gloria Muñoz, Fran Perea y Manuela Velasco, entre otros, y, "por supuesto", Tolcachir, que dirige por primera vez una compañía española.
Debutó en 1978 y, desde entonces, jamás le ha faltado trabajo."Los actores, cuando nos preguntamos "¿cómo estás?", nunca respondemos "bien" o "mal", sino "haré el protagonista de la próxima de fulanito, he hecho una prueba para la de menganito o el año que viene haré el protagonista en tal obra", vamos, que estamos todos en paro", se ríe, remedando el chiste.
Con taquillazos como Arte o El método Gronholm en su haber, el actor afirma que "todo lo suyo" es fruto de "un trabajo de muchos años, de ir pasito a pasito" pero, sobre todo, insiste, en "la suerte".
Es la voz en off de Cuéntame cómo pasó, Jesús Aguirre en la miniserie La duquesa, el embajador español en la serie Alakrana, el inspector Bernardo Valle de Guante Blanco, pero además 27 películas detrás, 35 obras de teatro en 32 años de carrera...
"Me ha cundido mucho, es verdad", admite Hipólito, que no se decanta por ningún género ni medio.
"Me gustan los buenos personajes. Si es delante de una cámara, estupendo, y, si es teatro, estupendo también", señala el actor, que, con un paréntesis, se dedicará hasta el año que viene a Todos eran mis hijos, con la que saldrá de gira por España cuando acabe en el Español, el 31 de octubre.