Madrid. El escritor mexicano José Emilio Pacheco, último premio Cervantes, asegura que le parece "bien" la supresión de las corridas de toros en Cataluña, porque defiende "en todos los sentidos a los animales", pero, a la vez, dice sentir "una gran ambigüedad".
"Siento esta ambigüedad porque me siento como si me despojaran de la cultura taurina que ha impregnado México. Yo, que soy antitaurino, tengo un vocabulario taurino, y por ejemplo, no digo nunca estoy cansado sino: quedé para el arrastre. Y es que desde pequeñito me llevaban a los toros y antes que el fútbol el espectáculo eran los toros", explicó a Efe este poeta, narrador, ensayista y traductor.
El escritor mexicano cree que esta iniciativa que prohíbe los toros y que se ha llevado a cabo en el parlamento catalán pronto tendrá eco en su país.
"Este debate no tardará en desarrollarse aquí, seguro", sostiene el autor, al tiempo que recuerda que aunque no ha ido a una plaza desde 1956 todavía guarda "con mucho cariño" el álbum de estampas de toreros que hizo cuando era niño y que ahora está pensando en donar al museo de Carlos Monsiváis, el escritor y gran cronista de México, fallecido el pasado mes de junio, gran amigo de Pacheco junto con Sergio Pitol. "A lo mejor, le horrorizaría este álbum porque él era mucho más radical que yo, pero me gustaría que estuviera allí", dijo.
Pacheco que recogió el pasado mes de abril el premio Cervantes, es conocido en España, sobre todo, por su poesía y por su breve novela, ya mítica y de culto, Las batallas del desierto. Y ahora se publica, a primeros de septiembre, sus cuentos reunidos en un volumen bajo el título El principio del placer y otros cuentos.
Un libro que aúna en versión revisada por el escritor El viento distante y El principio del placer; y que, a su vez, acoge cinco cuentos y una novela corta que da título al libro. Se trata de los cuentos que Pacheco escribió en los años 60 y 70, cuentos que en su país no han dejado de imprimirse, mucho de ellos piratas, y de leerse.
"Cada vez que voy a una presentación o algo y me dan un libro para firmar el 90 por ciento de las veces es pirata. Me parece horrible. Hay que acabar con esa impunidad. Además, antes, eran ediciones horribles y hoy prácticamente son iguales que los originales", lamentó.