ANDA la televisión de pago, Digital+ ofreciendo una serie llamativa y espectacular bajo el título de Spartacus, célebre esclavo de origen tracio, prisionero de los romanos y creador de un estilo de espectáculo, los gladiadores del circo romano, los hijos bastardos de los "ludus" romanos donde se creaban los cuerpos, almas y personajes de los protagonistas del mayor espectáculo del mundo, el circo romano. La serie lleva el subtítulo de Sangre y arena, que bien podría ser sexo y violencia porque de esto hay para dar y tomar en los capítulos emitidos. La narración de la vida del célebre revolucionario de esclavos a los que llevó a la sublevación y consiguiente exterminio, no podía ser de otro modo con los romanos por medio, tiene un tono naturalista que muestra con normalidad pasmosa desnudos cuerpos de ellos y ellas en un ejercicio de recreación estética. Los productores han conjugado la vida de Gladiador con escenas de Roma decadente con aproximaciones al sexo explícito y abundancia de chorros de sangre que deja en alumno de guardería a Quentin Tarantino. El célebre esclavo está protagonizado por el actor galés Andy Whitfield y la factoría que lo ha producido es canal StarZ. Espectacularidad, violencia primaria a raudales, puños o espada, pasión, sexo y amores en cuidada ambientación de escenarios, ropajes y mobiliario. La serie tiene ingredientes suficientes para que funcione, a pesar del reiterado recurso de ralentizar la imagen cada vez que un mandoble cercena cuello o parte muslo y que raya en obsesión por lo sangriento, macabro y desproporcionado. El esteticismo sombrío, plagado de recursos hiperbólicos se convierte en seña de identidad de una serie que hipnotizará a amantes de desbordados recursos de maquillaje y efectos especiales.
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