Madrid. Alejandro Sanz, que el próximo sábado comienza una gira de tres meses por España y América con su disco Paraíso Express, asegura que las descargas ilegales por Internet amenazan mucho más los derechos de los artistas que la venta de discos piratas en el top-manta.

"El problema es el cambio que estamos viviendo. No puede ser que todo en Internet sea gratis: es un mundo paralelo, totalmente anárquico. Creo que este es un momento de transición en la industria que en algún momento tendrá que parar", señaló el cantante. "El top-manta no es el mayor problema: ahora lo son las descargas", considera Sanz, quien reconoce que con este disco ha recuperado seguidores que apreciaban más su primera época. Pero niega haber "vuelto atrás": "No es posible volver, todo lo que pasa en la vida deja una huella y eso te marca a ti y marca tu futuro, todo lo que venga después no será lo de antes, por mucho que se parezca".

El cantante empieza el día 1 de mayo en la Plaza de Toros de los Califas, en Córdoba, una gira que le llevará a 26 ciudades españolas y doce norteamericanas -en total, 42 conciertos-, para encarar de nuevo Latinoamérica entre octubre y diciembre. La citada gira recalará en Pamplona, concretamente en el Recinto Ferial de Navarra, el 15 de mayo.

Es la primera vez que se hace un espectáculo musical de estas características en Europa: tres pantallas de lámparas LED, "como mallas", explica Sanz, que se superpondrán alrededor del cantante y darán una sensación tridimensional, de manera que "se pueden simular movimientos, o que llueve". Alejandro Sanz se entusiasma cuando habla de los avances de la tecnología, ya sea de los 140 metros cuadrados de pantallas hiperligeras que ha fabricado LG para su espectáculo (es el patrocinador de la gira), o cuando se refiere al cambio que ha dado la vida en pocos años, a causa de Internet. "Es que nos ha cambiado completamente y ha sido como el que no quiere la cosa: aquí está el futuro. Hace quince años no teníamos móvil, y hoy no podemos imaginarnos sin Internet. En mi trabajo, por ejemplo, ha ayudado mucho en la salida del disco, hemos podido hacer una promoción distinta y mucho más directa. Es otra forma de hacer", señala. Se declara "enganchado" al Twitter más que al Facebook porque limita los caracteres a 140 por entrada, de modo que no se eternizan los mensajes, y porque puede seguirlos por su móvil: "Tengo el mismo vicio que todo el mundo -dice- me cuesta apagar la chocolatina (el móvil)".

Asegura que sus amigos, pero sobre todo su madre, le mantienen "con los pies en la tierra y la cabeza sobre los hombros"; que lo peor que le ha pasado en estos años desde que conoció el éxito ha sido la pérdida de su padre y que le gustaría mantener más contacto con amigos de cuando era pequeño. "No me atrevo a quejarme de la vida, no creo que tenga derecho a quejarme", resume.