VOLAR. Ése es el gran anhelo de millones de pasajeros europeos que, desde hace cinco días, permanecen anclados al suelo debido al cierre de muchos espacios aéreos del Viejo Continente por la nube de ceniza volcánica que pende sobre Europa. Pero contra la desesperación puede ayudar un poco de humor, aderezado con música. Para eso están algunas de las canciones más famosas de la historia que hablan, precisamente, de volar. Vol-a-a-re, (uh,uh), cant-a-a-a-re (ídem), nel blú, dipinto di blú. Con este tema el italiano Domenico Modugno se hacía con los laureles del Festival de San Remo y después conquistaba los corazones de millones de adolescentes europeas en la edición de 1958 del Festival de Eurovisión. Otro ejemplo de canción que trataba, de modo infantil, la ilusión por volar y descubrir nuevos mundos fue el célebre Somewhere over the rainbow (En algún lugar por encima del arco iris), inmortalizado por Judy Garland en el film El mago de Oz, del año 1939, versionado después por infinidad de artistas de todos los estilos.
Precisamente, ese tema, cantado hasta la saciedad por millones de soldados estadounidenses de la generación de la postguerra, contenía textos que hoy, con la nube de ceniza islandesa, se antojan más actuales que nunca.
Decía Garland que "más allá del arco iris... los cielos están azules" ("skies are blue"). Justo eso es lo que compañías aéreas como la holandesa KML o la alemana Lufthansa han demostrado el pasado fin de semana con vuelos de prueba en sus Boeing 737 y Airbus A-320, que se puede encontrar el hueco apropiado para evitar tener que sobrevolar las zonas de riesgo.
Hay muchos más ejemplos de temas musicales que tratan o hablan sobre el arte de volar, un anhelo del ser humano desde la época misma de las pinturas rupestres. Sin duda, uno de los grandes clásicos es el Let"s fly (¡Volemos!) del mítico Frank Sinatra. "Come, fly with me... let"s fly... let"s float down to Peru" ("¡venga, vamos a volar, volemos hasta Perú!"), decía esa canción que ha sido versionada por múltiples artistas y más recientemente por quien es considerado el heredero vocal de Sinatra y cuyo timbre de voz se semeja, como dos gotas de agua, al del maestro: se trata de Michael Bubble.
Pero no sólo los cantantes considerados melódicos o románticos han abordado el asunto de volar, ya sea físicamente o con el corazón o la mente. El grupo de rock duro Status Quo también se atrevió a volar, con millones de decibelios incluidos, en su tema Let me fly (Déjame volar) de 1983. Mariah Carey, con una extraordinaria destreza vocal que le permite dominar registros agudos casi hasta el infinito, tampoco ha permanecido ajena a esta temática y en una de sus canciones pide a su enamorado que se prepare a batir las alas: "Spread your wings and prepare to fly" ("Despliega tus alas y prepárate a volar"). Phil Collins también pedía a su pareja en 1988, junto a sus entonces colegas de la banda Genesis, que le dejara volar junto a ella: "We fly so close" ("Volamos tan cerca"). Y todo esto si nos limitamos a volar en sentido literal, no figurado...