Txomin Badiola, uno de los tres que se recluyeron recientemente durante 40 días en el Museo de Arte Contemoráneo de Castilla y León (MUSAC), destacó la dificultad de esta experiencia, en la que incluso "cada día las señoras de la limpieza tenían que decidir lo que era arte y lo que no".
Badiola se refirió ayer en rueda de prensa en León a la complicación que entrañó tanto para él, como para los otros dos artistas vascos responsables de este encierro, Sergio Prego y John Mikel Euba, la experiencia de crear en el propio MUSAC sus obras de arte como si fuera su taller.
Se trata de una iniciativa que se enmarca dentro del proyecto denominado Primer Pro-forma 2010, una propuesta novedosa dentro de un museo y que consistió en que los propios artistas completaran sus respectivas exposiciones que ya habían inaugurado el pasado 30 de enero en el centro leonés. Durante estos días, realizaron una treintena de actividades junto a otros 15 voluntarios y parte de su resultado allí lo han dejado, con estudio incluido.
De este modo, los 4.000 metros cuadrados de superficie expositiva del MUSAC se convirtieron en una especie de taller, donde se realizaron los 30 ejercicios, la mayoría vídeos, pero también fotografías, entre otras instalaciones, como planchas de madera e incluso hinchables. El resultado de estos días de encierro fue presentado ayer por los tres artistas en un encuentro con los medios de comunicación en el que Badiola describió la "repercusión tan interesante" que tuvo el "llevar a rajatabla" el estudio en el que trabajan al museo.
Así, por ejemplo, "cada día con las cosas que se iban a hacer las señoras de la limpieza tenían que decidir lo que era arte y lo que no; y los vigilantes continuamente tenían que estar en una situación un poco tensa porque lo que estaba pasando no se podía sujetar a lo que era una exposición normal".
En esta muestra, que se inaugura hoy, se pueden contemplar sobre todo vídeos, fotografías y paneles, pero también, por ejemplo, el estudio que diseñó Sergio Prego, en el que han trabajado durante todo este tiempo y que es un hinchable, colocado a modo de carpa, que ahora luce vacío.
Hay instalaciones en las que los artistas se han involucrado emocionalmente, como es el caso de una de Badiola protagonizada por múltiples carteles, en los que se puede ver una foto de su padre, según explicó el director del MUSAC, Agustín Pérez Rubio.
De John Mikel Euba, se puede contemplar una instalación que constituye un compendio de diversos talleres que ha realizado por distintas partes del mundo, el primero de los cuales impartió en el MUSAC en 2006 y que tiene que ver mucho con las imágenes ecuestres que pintaba Velázquez.
De todo lo que han hecho durante estos cuarenta días, en el museo se ha expuesto un diez por ciento, el resto se puede ver a través de los blog del centro leonés. Según explicó Euba, el esfuerzo que han hecho para esta exposición ha sido "sobrehumano", ya que trabajaron doce horas diarias. Su cansancio ha llegado a tal punto que "después de 20 días descansando" aún les dura la "resaca", según comentó. Lo que han hecho en estos 40 días, en condiciones normales, a juicio del artista hubieran tardado "años" en realizarlo.
Por su parte, Badiola explicó que esta experiencia también ha supuesto un planteamiento "ético" en el sentido de que se han mostrado "desnudos" a la hora de trabajar, ya que han tenido que desvelar y poner sobre la mesa todos los "trucos" que usan cuando realizan un proyecto.