madrid. El escritor Fernando Marías cree que toda persona debería, en un momento de su vida, "pararse, mirar dentro de sí y averiguar quién es", y de ese análisis es fruto Todo el amor y casi toda la muerte, que llega ahora a las librerías y en la que reflexiona sobre la búsqueda de la verdad, el deseo y el amor.
"Todos debemos enfrentarnos a nuestros propios fantasmas", aseguró ayer Marías (Bilbao, 1958) en una entrevista que tuvo lugar horas antes de que presentara en el Círculo de Bellas Artes esta novela que a finales de febrero mereció el prestigioso Premio Primavera, dotado con 200.000 euros y convocado por Espasa. Marías afirma que su nueva obra es fruto de una experiencia traumática que a él le gusta contar porque "es muy espectacular y real". Hace cinco años se fue al Caribe a celebrar el comienzo de una relación amorosa, "a un sitio de esos aislados del mundo", y cuando entró en la habitación del hotel vio que "era idéntica a la de otro hotel de otro lugar" donde había estado "con otra mujer". "Eso a mí me provocó un colapso absoluto que se tradujo en impotencia y delirio, pero con la mujer real. Luego supe, cuando empecé a ir al psicoanalista, que habían regresado a mi vida dos mujeres de mi pasado con las cuales no había cerrado bien la relación". "Soy consciente de que caí en el delirio. Yo percibía a tres mujeres que me tenían acogotado", contaba ayer este escritor, editor y guionista de cine, quien, a partir de aquel momento, se dio cuenta de que "era imprescindible" enfrentarse a sus propios fantasmas, "porque es muy peligroso que una presencia del pasado espectral se adentre en tu vida real".
Protagonizada por Sebastián Díaz, "un hombre normal" que durante "187 horas" siente "una gran pasión sexual" por Vera y mantiene con ella una relación de esas que "cambian la vida de las personas", la novela mezcla una trama romántica, en la que no faltan elementos de realismo mágico, con otra de thriller psicológico, aunque en las dos el autor cambia las reglas del género. En la primera, se cuenta la historia de Gabriel Ortueño, un poeta de finales del XIX que volvió de la Guerra de Cuba traumatizado por una experiencia mágica. Su pasión por una mujer que no existe le impediría luego amar a las mujeres reales que se le van cruzando en la vida. La segunda, "una historia criminal de intriga, mucho más metafísica que policíaca", narra las vicisitudes de Sebastián Díaz, un personaje que "tiene mucho" del autor. "La tendencia a la paranoia, esa especie de introspección permanente buscando delirios donde no los hay y esa tendencia al amor patológico", señalaba Fernando Marías. Las mujeres de la nueva novela de Marías son fuertes y luchan por saber la verdad. Y eso se debe a que Marías, en sus sesiones de análisis, aprendió también a "observar de una manera más honda al elemento femenino".
Fernando Marías tiene ganas de dedicarse "a otras cosas" y no descarta hacerse "director de cine", aunque ya tiene en marcha una novela juvenil y varias ideas para otra de adultos. De momento, su libro "Invasor" va a ser llevada al cine por Daniel Calparsoro.