vitoria. Al borde mismo del precipicio del cuarto de siglo, Markeliñe sigue lanzándose sin red a cualquier reto escénico. El último es adaptar a salas su espectáculo de calle Terapia?, que mañana, a las 19.00 horas, aparca su diván en las tablas del Amurrio Antzokia.
Un diván que centra su acolchado horizontal en la pareja, en cómo afecta el tiempo a las relaciones. La media naranja toma la platea como símbolo de los afectos en un montaje que desecha la separación y la continuidad obligada de un amor, proponiendo un inusual método experimental: la reconciliación pajaril. Que no parejil.
Esta nueva técnica oriental se basa en los sonidos del avefría y la garza china. En el vuelo, la armonía de la respiración y el reclamo de la avutarda como herramientas para volver a restaurar el equilibrio inicial de la pareja.
Cinco intérpretes tratarán de deshacer esos nidos invisibles que les impiden restablecer el vuelo, que esconden la sensualidad, tratando de limar incluso las huellas de la infidelidad. Pero las decisiones personales serán las que, en definitiva, pondrán la decisión final sobre el tapete, mostrarán si se puede o no desecar esas lagunas.
Desde 1986, Markeliñe experimenta con el lenguaje del telón, y con esta nueva terapia ofrece una nueva senda gestual que tiene en unas cajas de madera su nido estético. Cajas que se pueden convertir en jaulas o en pistas de despegue, en función de una dramaturgia que deja la última palabra en la propia historia que mañana aparca en Amurrio. ¿Será esta terapia, finalmente, la adecuada?