LA última portada desplegable de la revista Vanity Fair se ha hecho famosa antes de salir a los kioscos. Su fotografía, realizada por Annie Leibovitz, ha generado críticas raciales en EEUU por representar el futuro de Hollywood sólo a través de la imagen mujeres de piel blanca. El número de marzo de la conocida revista saldrá a la calle con el título de A New Decade, A New Hollywood y con la imagen de nueve actrices de entre 19 y 27 años que se están abriendo camino en la meca del cine, si bien todas tienen en común su piel blanquecina y una visible delgadez. Un cuadro conformado por Abbie Cornish (Elizabeth-La edad de oro), Rebecca Hall (Vicky Cristina Barcelona), Anna Kendrick (Up in the Air), Carey Mulligan (Una educación), Amanda Seyfried (Mamma Mia!), Kristen Stewart (Crepúsculo), Emma Stone (Supersalidos), Mia Wasikowska (Alicia en el País de las Maravillas) y Evan Rachel Wood (El luchador). Una visión que medios como USA Today o publicaciones digitales como Jezebel y Politics Daily han acusado de ser parcial e injusta con la realidad multirracial existente en EEUU y en el mundo del séptimo arte. "Aparentemente la nueva década no tendrá que ver con la diversidad", comentó Dodai Stewart, subeditora de Jezebel, portal femenino sobre diseño, famosos y moda. "En la portada de agosto de 2008 (de esa revista) Hollywood"s New Wave había dos mujeres de color, Zoe Saldana y America Ferrera", señaló Stewart, quien acusó a Vanity Fair de pintar el Hollywood que viene como el de su edad dorada, en las décadas de los años 30 y 40 del siglo pasado, cuando se imponían Bette Davis, Ingrid Bergman o Rita Hayworth. También el periódico The Guardian ha acusado de racismo a la revista por no incluir ninguna actriz negra.
Los críticos han echado en falta a actrices como Zoe Saldana (protagonista de Avatar), la recientemente nominada al Oscar Gabourey Sidibe -por su papel protagonista en Precious-, la joven Freida Pinto (Slumdog Millionaire) o Anika Noni Rose, conocida por Dreamgirls. Y es que no sólo no hay actrices negras. Tampoco latinas ni orientales. Y eso en un momento en que gobierna el primer presidente afroamericano de su historia y cuando, por ejemplo, la indiscutible reina de su televisión es Oprah Winfrey. Según la avalancha de comentarios en la Red, no hay motivo de sorpresa: Hollywood siempre ha sido racista y las cosas no han cambiado.