londres. "No quiero ser una canción. Quiero ser los próximos 25 años de música pop". Así de claro deja la cantante Lady Gaga sus ambiciones en una entrevista que le ha concedido al periódico inglés Times.
A la cantante, actualmente ocupada con su gira Monster ball, no le molesta que muchos afirmen que será la próxima Madonna. "Me encantan y agradezco las comparaciones con Madonna. La conozco y creo que es maravillosa", afirma en la entrevista al diario británico.
En ella habla del concierto que dará en febrero en el O2 Arena londinense, cuyos elementos visuales prepara ya con el fotógrafo Nick Knight. "Es en parte un espectáculo pop, en parte arte performance y en parte una instalación de moda".
Asegura que su vestuario irá evolucionando: empezará como "una célula", se convertirá "en un vertebrado" y llegará hasta "el apocalipsis" porque, afirma, "estamos ahí ahora. Éste es el apocalipsis".
Algunos interpretan una línea de la canción Poker Face como una confesión de bisexualidad, pero ella dice que nunca ha estado enamorada de una chica. Y espera casarse: "Soy una persona muy tradicional, mi madre y mi padre nunca se divorciaron y crecí en una familia encantadora".
Afirma que el hábito de trabajar duro le viene de sus padres. "Ambos proceden de familias de clase baja, así que hemos trabajado para todo. Mi madre trabajaba de ocho de la mañana a ocho de la tarde fuera de casa, en la rama de telecomunicaciones, y lo mismo hacía mi padre. Tuve trabajos a los 16 años, tuve toneladas de trabajos cuando dejé la escuela".
Sin embargo, lo de ahorrar no va con ella. "Sólo hablo de dinero con mi familia cuando mi padre me grita en el teléfono diciéndome que ahorre, mientras que yo quiero gastarlo todo en mi show. No me preocupa el dinero. Me da igual tener un coche lujoso o ir a fiestas lujosas. Pero este álbum trata sobre estar en medio del ajetreo, machacándome por unos sueños y, ahora que el sueño está a mi alcance, estoy un poco más relajada".
En el colegio, sin embargo, se sentía un bicho raro. Tenía el pelo completamente negro, mientras que el resto de las chicas eran rubias y "yo era como oscura, obsesionada por el teatro, siempre haciendo música, mientras que las otras chicas parecían estar pasándoselo bien y disfrutando sus años de instituto. Nunca encajé realmente".