Madrid. A sólo dos días para que El Baile de la Victoria llegue a las salas de cine, Fernando Trueba bromea con la posibilidad de ganar un Oscar y de que sea Pedro Almodóvar quien se lo entregue: "Espero que no tengamos que forcejear". El director y productor, acompañado por dos de sus protagonistas, el argentino Abel Ayala y la bailarina chilena Miranda Bodenhöfer, además de la española Ariadna Gil, presentó ayer en Madrid su última película, seleccionada para representar a España en los Premios Oscar 2010 como mejor película de habla no inglesa. "Soñar no cuesta nada", responde Trueba, ganador de un Oscar por Belle Époque (1994). Y añade en tono de broma que, si el también oscarizado Pedro Almodóvar fuera el encargado de darle el premio: "espero que no tengamos que forcejer".

La película, que es la adaptación de la novela homónima de Antonio Skarmeta, cuenta la historia de un famosísimo reventador de cajas fuertes, Vergara Grey (Ricardo Darín), que sale de la cárcel tras un indulto del general Augusto Pinochet en el Chile de 1998, el mismo día que un delincuente común, Ángel Santiago (Abel Ayala). Vergara sólo quiere recuperar a su mujer, Teresa (Ariadna Gil), y a su hijo y olvidarse de la cárcel, pero el joven Ángel quiere que le ayude a dar un último golpe. Además, él debe saldar una cuenta con el Alcaide de la cárcel (Julio Jung). Pero ese atraco es el "anti-atraco".

Para Trueba, que se reconoce amante de los "antihéroes", Vergara Grey se convierte en un auténtico héroe cuando accede al despacho donde está el dinero, armado con un destorillador y subido en una escalera cochambrosa, y se detiene a admirar un ventanal que deja ver la cordillera de los Andes: "qué bonito". La vida de los delincuentes cambia cuando aparece Victoria (Miranda Bodenhöfer), una joven bailarina, muy pobre, huérfana y muda desde que presenciara la "desaparición" de sus padres detenidos por el régimen, y deciden hacer que se cumpla su sueño: bailar en el teatro más importante de Chile. Miranda, la debutante de la película, es, sin embargo, hija, sobrina y nieta de actores y artistas, muy famosos en Chile. "Pero lo supe después", explica Trueba, que la eligió tras verla bailar en la escuela municipal que sale en la película.