Vitoria. "La verdad es que no puedo pedir más". El cuarto disco de Anari está en la calle desde hace tres semanas e Irla Izan no para de dar buenas noticias a la cantante y compositora guipuzcoana. Ella está contenta con el resultado y se está encontrando con que el público también está respondiendo. Los ejemplos más claros los ha vivido hace nada en sus conciertos de presentación del álbum en Bilbao y Donostia, donde ha llenado los escenarios por los que ha pasado. Eso sí, hoy será el turno de ver cómo responde Gasteiz.
La cita, para la que las entradas están a la venta por 8 euros, será hoy en la sala Jimmy Jazz a partir de las 21.30 horas, con la colaboración de Hala Bedi Irratia.
"Las reacciones están siendo muy buenas. Y ya sabes que mientras esté la gente esperando para escuchar tu música, es que algo bueno tiene lo que haces; el público es que el que te da", apunta la intérprete, quien acudirá a la capital alavesa con su banda habitual, la que componen Mikel Abrego, Xabier Olazabal y Borja Iglesias.
En estos primeros conciertos de una gira que seguirá los próximos meses, Anari está dividiendo sus actuaciones, por así decirlo, en dos partes. La primera se dedica a este nuevo trabajo, un álbum con los aires rock de su anterior álbum pero que recupera detalles de sus dos primeras referencias. En la segunda, la cantante vuelve un poco la vista atrás para recuperar canciones que son ya indispensables en su repertorio. "También nos está acompañando Maite Arroitajauregi al chelo, que es ya una más de nuestra banda", comenta.
Lo cierto es que ahora detrás queda la labor entre las paredes del estudio y delante aparecen los escenarios. "Para mí, el trabajo en el estudio significa cerrar las venas que tú le abres a cada canción. Es un momento en el que tienes que tomar muchas decisiones. La canción no la acabas hasta que la grabas y a veces la registras sintiendo que no está terminada. Es una experiencia agridulce. Para mí significa marcar mi propio límite. Y partir de ahí, la canción crece a través de los arreglos y las colaboraciones. Con el directo estamos muy a gusto. Ya con Zebra (su anterior trabajo) notamos mucha gente en los conciertos y cada vez nos sentimos mejor", apunta.
Pero ya sea en formato CD o con los músicos frente al público, Irla Izan es el gran protagonista de la actualidad de Anari, quien reconoce que "tengo curiosidad por lo que opina cada persona que se pone el disco en casa, aunque hay momentos en los que tampoco tengo claro si me gustaría saberlo". Ella se evalúa asegurando que "me lo he tenido que escuchar varias veces porque es un trabajo, desde un punto instrumental y de tiempos, distinto y eso necesitaba tomar varias decisiones sobre la producción. Y la verdad es que lo he escuchado a gusto, estoy satisfecha, para qué voy a decir lo contrario".
Este cuarto trabajo sigue una trayectoria consolidada, manteniendo rasgos habituales en la intérprete pero demostrando que es capaz de aportar algo diferente a su música en cada paso. "Con este disco me he llevado a mí misma por terrenos que no controlo tanto en la música como en las letras y eso es algo que me interesaba", dice.
Esa inquietud hay que trasladarla ahora a los conciertos. Y, a buen seguro, los que esta noche acudan a la sala Jimmy Jazz podrán disfrutar tanto con las nuevas canciones como con los temas clásicos de una Anari dispuesta a convencer a propios y extraños.