TMEO, la revista de humor gráfico y cómic con sede en Vitoria-Gasteiz, celebra este año su 37 aniversario. Después de El Jueves, es la publicación de su género con más antigüedad en todo el Estado. Además, es importante destacar que es la única revista en el panorama editorial que funciona de manera asamblearia. Sin embargo, esta celebración se ve enturbiada por la despedida de dos de sus colaboradores más destacados: Fe y Kini.

Fe y Kini, o Kini y Fe, pareja tanto en su vida laboral como en la personal, han sido piezas clave en el desarrollo de TMEO, desempeñando roles que van desde la gestión financiera hasta la coordinación logística. Ahora, se retiran debido a la llegada inevitable de la jubilación. En una entrevista reciente, realizada por Mauro Entrialgo y publicada en el número 175 de TMEO –disponible ya en kioscos, librerías y garitos habituales– Kini reflexiona sobre este nuevo capítulo en su vida y en la trayectoria de la revista.

“Ahora nos adentramos en un nuevo ciclo para explorar qué nos depara la vida más allá de TMEO”, comenta Kini. “Es una mezcla de tristeza y alivio, pero con la tranquilidad de saber que dejamos la revista en buenas manos”. Con su retirada de las responsabilidades “extracomiqueras” en TMEO, Kini planea dedicar más tiempo a su pasión por el cómic, comprometiéndose a seguir produciendo chistes y portadas junto al historietista Piñata. Sin embargo, su objetivo principal será priorizar la calidad sobre la cantidad, manteniendo el estándar de excelencia gamberra que caracteriza a la revista.

Desde los primeros números en 1987, Kini ha sido parte integral de TMEO también como dibujante. Kini recuerda cómo incluso publicaron algunas páginas de su serie Héroes cotidianos. Con el tiempo, su papel evolucionó, y Kini pasó de ser propietario de una tienda de cómics a coordinar la redacción de TMEO en 1992.

Durante su trayectoria en TMEO, Kini ha sido testigo de innumerables anécdotas y situaciones peculiares. Desde llamadas telefónicas disparatadas hasta visitas inesperadas de aspirantes a colaboradores, ha vivido de todo. Sin embargo, destaca la libertad creativa y la camaradería como las experiencias más gratificantes que le han mantenido ligado a la revista durante tantos años.

“TMEO me ha permitido dedicarme a lo que me gusta, a mi manera. A mi puta bola”, afirma Kini. “Sin jefes, sin horarios, sin imposiciones. Los amigos han sido indispensables, siempre están ahí. Ellos hacen que todo esto tenga sentido”.

Con la partida de Kini y Fe, TMEO se despide de dos colaboradores estrella, pero su huella seguirá en cada página de la revista. Aunque el futuro pueda ser incierto, el espíritu irrespetuoso y reflexivo de TMEO continuará buscando conectar con las nuevas generaciones de lectores y dibujantes. Fe y Kini saben que su partida es el fin de un ciclo, pero también el comienzo de nuevas aventuras y desafíos para TMEO y todos aquellos que se atreven a desafiar los límites del humor.