La celebración el 14 de julio de 1958 en el Teatro Alvear de Bos Aires de un magno festival Galeuzca bajo el lema: Tres Pueblos en pie, ocasionaría la publicación de un manifesto-pasquín de Galeuzca, fechado el 18 de julio. Por Galiza lo firmaba la Irmandade Galega, agrupación integradora del galleguismo bonaerense, representada por Bieito Cupeiro Vázquez, Manuel Ucha y Denis Conles Tizado, por Euzkadi el navarro Pablo Archanco Zubiri, José María Azarola y Jesús de Zabala, de Euzko Abertzale Alkartasuna (Frente Patriota Vasca) y por Cataluña Santiago Rubiò i Tudurì, Pere Cerezo i Hernáez y Jaume Vàchier i Pallé, del Consell de la Collectivitat Catalana. El manifesto constaba de cinco puntos: declaración de la quiebra del Estado español y repudio de cualquier régimen al margen de la voluntad popular, instauración de la democracia en las tres nacionalidades, el reconocimiento del derecho de autodeterminación como paso previo a la creación de un organismo plurinacional voluntariamente vinculante, la incorporación de las tres naciones como pueblos libres a Europa occidental y el trabajo conjunto con los demás pueblos libres peninsulares para lograr la justicia social, la paz, la prosperidad, la libertad y la democracia.
Un contexto internacional ya diferente alumbra el séptimo hito. La celebración el 14 de julio de 1958 en el Teatro Alvear de Bos Aires de un magno festival Galeuzca bajo el lema: Tres Pueblos en pie, ocasionaría la publicación de un manifesto-pasquín de Galeuzca, fechado el 18 de julio. Por Galiza lo firmaba la Irmandade Galega,representada por Bieito Cupeiro Vázquez, Manuel Ucha y Denis Conles Tizado, por Euzkadi Pablo Archanco Zubiri, José María Azarola y Jesús de Zabala, de Euzko Abertzale Alkartasuna (Frente Patriota Vasco) y por Cataluña Santiago Rubiò i Tudurì, Pere Cerezo i Hernáez y Jaume Vàchier i Pallé, del Consell de la Collectivitat Catalana. El manifesto constaba de cinco puntos: declaración de la quiebra del Estado español y repudio de cualquier régimen al margen de la voluntad popular, instauración de la democracia en las tres nacionalidades, el reconocimiento del derecho de autodeterminación como paso previo a la creación de un organismo plurinacional voluntariamente vinculante, la incorporación de las tres naciones como pueblos libres a Europa occidental y el trabajo conjunto con los demás pueblos libres peninsulares para lograr la justicia social, la paz, la prosperidad, la libertad y la democracia.
En una dirección análoga no podríamos silenciar un octavo mojón en 1959, ubicado en un contexto internacional novedoso: la consolidación y legitimación del franquismo tras el concordato con el Vaticano (1953), el Tratado con EEUU (1953) y la entrada en la ONU(1956), la existencia de la ONU desde 1945 que en sus declaraciones impulsaba el derecho de autodeterminanción de los pueblos, el soplo de aires anticolonianistas en Conferencias del Tercer Mundo como la de Bandung (1955), el triunfo de la revolución castrista (enero de 1959), la restauración d ela democracia en Venezuela y la aparición de renovadas formaciones entre los nacionalistas exiliados en ese país, Movemento Galeguista, el Moviment D’Alliberament Nacional de Catalunya, y el grupo vasco, Euzko Mendigoizale Batza Jagi-Jagi, defensor de un Frente Nacional Vasc. Estas tres fuerzas políticas firmaron un pacto Galeuzca el 31 de mayo de 1959 en Caracas. Las características más relevantes y novedosas de este Galeuzca fueron:
1º) La asunción e incorporación a los principios de Galeuzca de elementos anticolonialistas, obreristas y directamente independentistas, independentismo basado explícitamente en la Triple Alianza de 1923.
2º) El llamamiento a la pequeña burguesía y la masa y obrera para integrarse en la lucha por la independencia de las tres naciones y la demolición de las dos autocracias ibéricas.
3º) El combate inmediato debería ser el derribo de las dos dictaduras que oprimían la península ibérica: la salazarista en Portugal y la franquista en España.
4º) La creación de comandos de acción, cuyo director sería el gallego Xosé Velo Mosquera, que derivarían en el otoño de 1959 en la fundación del DRIL (Directorio Revolucionario Ibérico de Liberación). La acción más llamativa de esta organización, financiada por catalanes y vascos caraqueños y cuyo ideólogo fue el citado Xosé Velo, consistió en el secuestro trasatlántico Santa María el 22 de enero de 1961 a cargo de 24. El capellán de este buque resultó ser Imanol Irigoyen, oiartzuarra.
No merecen la pena mencionarse algunos intentos galeuzcanos en París efectuados por el catalanista Josep Batista i Roca a finales del franquismo.
Después de desaprovechar la favorable coyuntura de la Transición a finales de los 70 tras la muerte del Perenne no habría un nuevo jalón hasta la Declaración de Barcelona de 1998, firmada por BNG, PNV y CIU, confirmado por el Galeuscat del 2006. Sus caracteres más evidentes se resumirían.
1- Denuncia de la insistencia uniformizadora del Estado español y la persistencia irresolutoria de una articulación política, que colmatase las demandas periféricas.
2- Apuesta firme por la integración en Europa, basada en la diversidad identitaria.
3- Impulso de una nueva cultura política, cimentada en el reconocimiento del carácter plurinacional, pluricultural y plurilingüistico del Estado español.
4- Tal reconocimiento conllevaría una reestructuración política tendente al confederalismo.
5- Establecimiento entre los firmantes de un sistema de relaciones permanentes y compromisos duraderos de trabajo para impulsar la nueva cultura política y el ideario inserto en la declaración.
Con anterioridad y posterioridad hubo acuerdos parciales con el fin de acudir en conjunción a la elecciones al parlamento europeo. Solamente podríamos incluir como pactos Galeuzca, todos ellos parciales.
-La Declaración de Bonaval, firmada por el Bloque Nacionalista Galego (BNG), EH Bildu y Candidatura d’Unitat Popular (CUP) en la víspera del Día de la Patria Gallega, día 24 de julio de 2015, en Santiago de Compostela a favor del derecho de los pueblos a decidir.
-La Declaració de la Llotja. Fue firmada en el suntuoso monumento barcelonés de la Llotja de Mar el 25 de octubre de 2019 por 12 fuerzas soberanistas catalanas, vascas, gallegas, valencianas y baleares. En concreto, la rubricaron: JxCat, la Crida Nacional, PDECat, ERC, CUP, Demòcrates, EH Bildu, Esquerra Valenciana, Més per Mallorca, Més per Menorca, Bloque Nacionalista Galego y República Valenciana-Partit Valencianista Europeu. La declaración mostraba al gobierno español la firme disposición a caminar juntos en la defensa de los derechos nacionales de las tres naciones.
Después de cien años de gloriosa trayectoria la palabra Galeuzca ha adquirido solera, se ha adueñado del vocabulario popular al referirse a las relaciones trinacionales periféricas y ha promovido fecundas y abundantes actividades políticas, sociales, culturales, lúdicas, sentimentales e incluso gastronómicas.
¿Es factible un nuevo Galeuzca en la actualidad? Si existe voluntad política no sólo es posible, sino necesario. La coyuntura es propicia. Esperamos y deseamos que en un futuro no lejano germine en retoños, cuyas ramas libres sólo obedezcan a la fuerza amorosa del viento soberano.
Historiador