David Broncano y Pablo Motos son dos profesionales que han sabido crear productos con aires de entrevista, monólogo cómico y humor. Uno obliga a pasar por taquilla y el otro trabaja en abierto. Los dos han desarrollado estilos diferenciados y hasta opuestos en una pelea por la audiencia y ambos dos han sido agraciados con inteligencia, versatilidad y dominio del plató, clásico en el caso de Motos y estrafalario en el de David. Es interesante la pelea entre estos dos maestros de la tele, que se disputan el apoyo del personal más tradicional o heterodoxo. Cada uno de ellos ha desarrollado espacios audiovisuales diferenciados y atractivos en los que ambos maestros manejan invitados, colaboradores y personal con los que se construyen contenidos de atractivo televisivo e primera calidad y orden. Cada programa tiene su sentido, ritmo, calidad y atmósfera en la que se desarrolla una manera televisiva joven, fresca y novedosa. La resistencia y El hormiguero acogen a los personajes de cada noche que trenzan historias de unos u otros pululando por los platos. Variedad de invitados, personajes de actualidad, música y cantantes en directo colman el tiempo de calidad, entretenimiento y variedad en una especie de duelo entre dos espadachines del éxito televisivo. Temporada tras temporada, los directores de estos shows estrujan guionistas, productores y realizadores para mantener en lo más alto la competencia y el triunfo de unos magazine en los que el entretenimiento se combina con información, actualidad y pura televisión de nuestros días. Choque de trenes en las noches de esta temporada televisiva que avanza implacable. Es posible que uno de los dos caerá y tragará los estudios de audiencia. Signo de los tiempos.