Este año de gracia de 2023 se cumple el centenario del primer acuerdo Galeuzca, la Triple Alianza de 1923, sellada en Barcelona durante la noche del 11 de septiembre, en coincidencia con la Diada Nacional.
El movimiento Galeuzca de las tres naciones periféricas integrantes partió de la acuciante necesidad de articular un bloque trinacional unitario y solidario frente al tradicional y férreo centralismo del Estado español por parte de los tres nacionalismos. Puede definirse como la búsqueda constante, concretada en pactos cíclicamente sellados, de una entente vasco-galaico-catalana para conseguir cotas crecientes de autogobierno, que transitaban desde la autonomía integral para unos, pasaban por el federalismo y/o confederalismo para otros, incidían en la soberanía ansiada y finiquitaban en la independencia para algunos.
La utilización de las siglas Galeuzca fue una feliz iniciativa gestada en la primavera de 1933 a cargo del catalanista Josep María Batista i Roca, secretario de la entidad Palestra, en conjunción con los órganos directivos del Gipuzko Buru Batzar (GBB), a la sazón presidido por Telesforo de Monzón. El nombre apareció por primera vez el 13 de mayo de 1933 en el diario nacionalista bilbaíno Euzkadi.
Hasta 1923 las relaciones se redujeron a contactos esporádicos, puntuales y bilaterales entre regionalistas y/o nacionalistas catalanes y gallegos o catalanes y vascos, con momentos álgidos en 1905, 1907 y 1917-18.
Mencionamos a continuación los hitos más referenciales.
El primero fue la citada Triple Alianza de 1923, acordada por los partidos y entidades catalanistas, Estat Catalá, Acció Catalana y Unió Catalanista, el vasco PNV y los galleguistas, Irmandades da Fala e Irmandade Nacionalista Galega, La Comunión Nacionalista Vasca quedó en subscribirla tras una consulta a la Bases, que no se produjo. Quedaron fuera la mayoritaria y conservadora Lliga y la minúscula Unió Socialista de Catalunya. Era un tratado independentista, socialmente avanzado, un tanto utópico y con veladas alusiones al uso en última instancia de la lucha armada. No prosperó por mor de causas internas y, sobre todo, debido al levantamiento militar de Primo de Rivera a los dos días, 13 de septiembre, que implantó una dictadura hasta 1930.
En una línea muy similar a la Triple situaríamos dos anteproyectos. La Liga de Naciones Oprimidas fue remitido a Francesc Maciá por el aberriano vasco Telesforo Uribe-Echebarría, participante peneuvista en la Triple Alianza, reelaborado y dado a conocer a la opinión pública por el catalán en París el 9 de septiembre de 1924. El 8 de Enero de 1925 se constituía ilusionadamente en París el Comité de Acción de la Libre Alianza, integrado por representantes de Estat Catalá, del PNV, de las entidades catalanas de América y de la CNT, que sellaban el Pacto de la Libre Alianza. Ambos pactos eran radicalmente independentistas, no eludían la vía armada e incorporaban fuerzas no nacionalistas o pretendían la adhesión de naciones como Irlanda, Egipto o Marruecos.
El tercer mojón debería fecharse durante el viaje triangular, concretamente el 25 de julio de 1933 en Santiago de Compostela y ratificado el día 30 en Bilbao bajo la denominación de Galeuzca o Pacto de Compostela. Firmaron el convenio los nacionalistas catalanes, Esquerra Republicana de Catalunya, Unió Democrática de Catalunya, La Lliga Regionalista y la entidad Palestra, El Partido Galeguista, Vangarda Nazonalista Galega, la asociación Ultreya, El Partido Nacionalista Vasco y Acción Nacionalista Vasca. Prácticamente estaban incorporadas todas las fuerzas catalanistas, salvo grupos minoritarios como el PNC o Nosaltres Sols. Era un acuerdo doctrinal, organizativo, internacional, cultural, aunque se abría a acuerdos posteriores de cara a una acción conjunta en las Cortes para un retorno de la República al federalismo y/o Confederalismo y otras cuestiones, así como a una acción conjunta internacional en los Congresos de Minorías Nacionales, adscritos a la Sociedad de Naciones, antecedente de la ONU. Imponderables internos, la posterior trayectoria de la II República y la Guerra Incivil impidieron la concreción práctica de este pacto.
Habría que remitirse al exilio para encontrar la cuarta referencia. En la capital de Argentina se celebraban reuniones de Galeuzca en el Casal de Catalunya, con elaboración de propuestas y anteproyectos, que culminarían en la firma de un pacto Galeuzca el 9 de mayo de 1941 a cargo de los vascos Ramón María Aldasoro, Santiago Cunchillos y José Antonio de Llodio, los catalanes José Escola Marsà, Manuel Serra Moret y Pedro Mas Perera y los gallegos Alfonso R. Castelao, Rodolfo Prada y José Rivadulla. Constaba de cuatro apartados, destacando la proclamación de la soberanía y el derecho de autodeterminación de las tres naciones integrantes. Apostaban por un compromiso conjunto de lucha contra el franquismo para lograr un régimen republicano y democrático.
El 22 de diciembre de 1944 la capital de México sería el escenario del siguiente pacto Galeuzca, que poseía los mismos rasgos que el anterior bonaerense, además de ser escrito en los cuatro idiomas. Fue firmado por la totalidad de los partidos nacionalistas de las tres naciones. Por Comunitat Catalana de México, Baltasar Samper y Llorenc Perramon; por el PNV, José Luis Irisarri y José Luis Lartitegui; por ELA-STV José Mª Goikoetxea y Jacinto Suárez; por el PG, J. López Durá y Florencio Delgado Gurriarán; por ERC Joan Loperena y Jaume Senyal; por Estat Catalá, Josep Soler y Artur F. Costa; por Acció Catalana, Ramon Peypoc y Joan Cis Mulet; por el Partit Socialista Catalá, Víctor Colomé y Josep Soler Vidal y por la Unió de Catalans Independentistes, Marcellí Perelló y Jordi Arquer.
La sexta etapa suscitó una verdadera eclosión de anteproyectos, que no cuajaron en un pacto firmado, y la edición de la Revista Galeuzca (1945-46) y el proyecto de creación de un Centro de Estudios Políticos Galeuzca (1946). El contexto, a punto de terminar la II Guerra Mundial y la probabilidad de la caída del franquismo y la reimplantación de la República fue el revulsivo germinador de todos ellos. Mencionaríamos algunos:
1- Manifiesto de Galeuzca, elaborado por Ignacio Lizaso en Londres con fecha de 19 de abril de 1944.
2- Projecte de pacte de Galeuzca, redactado en catalán por Batista i Roca en Londres el 5 de junio de 1944.
3- Tres propuestas de pacto Galeuzca, con pequeñas diferencias entre cada una, cuyo autor, Carles Pi y Sunyer, confeccionó en Londres hacia el 17 de octubre de 1944.
4- Plan Galeuzca de la delegación vasca de Buenos Aires, presidida por Ramón Aldasoro, fechado el 23 de octubre de 1944.
5- Dos Declaraciones de Galeuzca, una obra de Aguirre y otra de Pi i Sunyer, del 21 de diciembre de 1944.
Todos estos proyectos y/o acuerdos elaborados en los años 1944-46 en Buenos Aires y México tenían un denominador común: la apuesta por un régimen republicano, democrático y confederal ibérico logrado a través del ejercicio del derecho de autodeterminación.
Historiador