He dudado al acertar con el título: Hacer posible la Historia y/o Hacer que la Historia nos sea posible. En este próximo Alderdi Eguna del 25 de septiembre, día de EAJ-PNV que comenzó a celebrarse anualmente el último domingo de septiembre allá por 1977, y este año con el lema Goazen daremos otro paso, uno más, encarando el futuro, haciéndolo posible. Seguiremos pues haciendo Historia, mejor dicho, seguiremos haciendo que la Historia sea, nos sea, posible, una vez más. Y comienzo con unas líneas extraídas del prólogo del Imposible vencido. Arte de la lengua bascongada de Manuel de Larramendi que allá por el año 1729 se jactaba de haber logrado lo que para muchos era imposible, desentrañar las reglas por las cuales el euskara se articulaba gramatical y sintácticamente. El lo logró y por ello tituló así la primera gramática vasca. Dice así respecto a lo imposible: “Unos quieren que sea imposible lo que aborrecen, y no pueden ver, otros ciñen demasiado los límites de lo posible, midiéndolos en su corto alcance, otros en fin, llaman imposible a lo que piden aplicación, estudio y trabajo (...) por ello es preciso que unos moderen su voluntad, que otros condenen su corto alcance y que otros en el estudio laborioso reconozcan una especie de omnipotencia (...) Si llaman imposible a una gran dificultad…”. No pudo haber pues respuesta más contundente a aquellos que creían que era imposible escribir una gramática vasca. Pero al contrario de lo que se creía, sí era posible, M. Larramendi trabajó y lo consiguió. Venció a lo que parecía ser imposible. Reto, el nuestro también como alderdikides de EAJ-PNV. Reto continuo y apasionante como Jeltzales.

Hacer posible la Historia

El transcurrir de la historia tiene sus leyes inapelables de oportunidad, no sería de recibo perder ésta. Nuestros mayores en épocas más difíciles y complicadas lo lograron con coraje hasta legarnos este nuestro presente; mejorémoslo para los que nos sigan. Y que todos ellos en su día hablen bien de nosotros en parecidos términos en el futuro que les toque vivir. Futuro vasco, donde EAJ-PNV de siempre, seguirá ocupando el cauce central de la sociedad vasca, ensanchando las orillas de ambos lados y construyendo paso a paso la Euskadi de las siete tierras vascas. El imposible será de nuevo vencido. Depende de nosotros mismos. A ello pues. Aire fresco, ilusión, responsabilidad, trasparencia, honestidad, ventanas abiertas, ideas claras, asunción de la realidad, valores, mirada al frente, liderazgo, sin complejos, como siempre y a lo nuestro.

Historia. Largo, muy largo ha sido el camino recorrido por lo que conocemos por Pueblo Vasco. Larga la Historia compartida con otras sociedades, pueblos y naciones. Todos hemos sido, somos y seremos sujetos del recorrido que el devenir de la Historia no obligó a recorrer. Hagamos una breve sinopsis, común ella a los diferentes encuadres en los que se han organizado a lo largo de los tiempos los seres humanos a lo largo y ancho del mundo. La aparición del lenguaje facilitó la comunicación entre los seres humanos. Este hecho nos dio una ventaja adaptativa sobre el resto de especies, facilitando la organización y el desarrollo de las pequeñas sociedades de cazadores y recolectores primitivos. Posibilitó comunicar ideas, pensamientos y emociones. La sociedad más próxima y quizás más necesaria al hombre y a la mujer es, o ha sido al menos, la familia. En los albores de la historia de la humanidad, encontramos al ser humano encerrado en grupos familiares que asumen la protección y gobernación de sus componentes y aseguran su descendencia.

Los primitivos griegos, Aqueos, Jonios y Eolios, eran pastores seminómadas y su entorno más próximo era el Clan patriarcal, Pater, por cuanto todos eran descendientes de un mismo antepasado y rendían culto al mismo dios. Varios Clanes unidos formaban un grupo familiar más extenso, las fraternidades o fratrias que por razones de defensa, y/o de conquista se unían para formar la Tribu. Pero llegó un momento en el que las tribus sintieron necesidad de asociarse para formar la Civitas o Polis, pura necesidad de lograr un bien común.

El nacimiento de la Ciudad tuvo que conciliar las exigencias del bien común de la Ciudad con las exigencias y derechos de las Tribus que en esa Ciudad se integraban. Los Estados modernos de Europa surgieron de la unión de Reinos y entidades anteriormente soberanas y libres, fueron en su origen áreas de mercado unitario con moneda y ejército propio, zona de producción, consumo y fronteras o aduanas. Ese Estado tan eficaz y creador en muchos aspectos, tan destructor en otros, es el que aparece cuestionado hoy en día por viejas fisuras y por otras nuevas que el desarrollo económico y tecnológico global ha producido. Un Estado a menudo con dificultades para respetar libertades, fueros y derechos de las diversas partes integradas en él por la razón de la fuerza. Caso de Francia y España para con la Euskadi del Zazpiak bat.

Hemos defendido con firmeza nuestro autogobierno y lo hemos desarrollado con fuerza. Y hemos hecho uso de nuestro proyecto de autogobierno para mejorar la calidad de vida de la ciudadanía vasca y para fortalecer la identidad vasca propia con un proyecto abierto e integrador. Ese es el camino que hemos trazado y ese debe ser, básicamente, nuestro modo de hacer política en el futuro. Porque entendemos que ese es, en definitiva, el modelo EAJ-PNV. Esa es la mejor manera de defender con firmeza la el autogobierno de la Euskadi del Zazpiak Bat como abertzale que somos.

Un futuro llamado Unión Europea (que superando por imposible que parezca hoy por hoy las dificultades extremas de la mano del absurdo contrasentido histórico llamado Brexit Británico, y euroescépticos de diferente pelaje y condición) se debe orientar hacia la consecución de un marco superior al que los Estados pudieran lograr por sí solos, respetando escrupulosamente e integrando amablemente en ese todo la diversidad de sus diversas partes, conciliando solidaria y generosamente lo pequeño en lo grande y lo particular en lo global. Un mañana europeo que será posible, en el que Ciudadanos y Pueblos, Estados y Naciones, seamos capaces de ser diferentes, defender puntos de vista distintos sin quebrar el respeto mutuo ni la convivencia. Iguales en dignidad, derecho y obligaciones. Desde EAJ-PNV, tenemos la esperanza de que la evolución democrática de la historia política de las clásicas soberanías navegue en el futuro por nuevos caminos de reajuste, adecuación y superación hacia relaciones de soberanías compartidas, negociadas y pactadas.

Es y debe ser la apuesta la apuesta de Euskadi, la de un nacionalismo vasco abierto, acogedor, integrador, solidario y moderno. Así apostaron con visión profética nuestros mayores el siglo pasado como el primer lehendakari de Euskadi José Antonio Aguirre, el navarro de Estella Manuel de Irujo Irujo, Landáburu, Rezola y otros muchos nacionalistas vascos progresistas y europeístas. Matrioscas de la historia que parecidas a las muñecas rusas descubrieron hacia fuera y hacia dentro, que es posible articular el futuro de una manera progresiva donde todas partes se necesitan y encajan en un todo compartido.

Sigamos haciendo posible la Historia, sigamos haciendo que la Historia nos siga siendo posible. Perseveremos en la constancia lúcida, clara e inteligente y felizmente persuasiva, insistamos en la prudencia en los análisis y en la firmeza en la búsqueda de nuestros objetivos. Y lo seguiremos haciendo hoy en día, precisamente en tiempos, que en palabras de Joseba Egibar presidente del GBB, “exigen hoy también la imprescindible colaboración y corresponsabilidad política e institucional, porque te hace más fuerte como comunidad política, hace posible la solidaridad y la justicia social que protege a las personas y busca el reconocimiento de estructuras propias que superen el actual marco de subordinación, tiempos en los que las instituciones vascas deben seguir garantizando los servicios públicos y las políticas de protección social sin perder de vista las incertidumbres y amenazas que nos acechan, con una política económica prudente…”. Está en nuestras manos, en nuestro esfuerzo y en nuestra convicción como abertzales. El imposible será vencido. De nuevo.

Ya lo dijo Arthur Conan Doyle: “Si se elimina lo imposible, lo que queda, por improbable que sea, debe ser la verdad”. Lo lograremos: Katea ez da eten. Sea pues.