n Lieja, en Bélgica, en el primer cuarto del siglo XIV, un artesano -cuyo nombre no ha llegado hasta nosotros- dibujaba sobre el pergamino de un Libro de Horas. En la oscuridad del taller en el que trabajaba, dibujaba una curiosa escena en la marginalia del folio 73 recto de dicho libro. No era la primera ilustración extraña que ponía en ese encargo, pero probablemente sí de las más curiosas. Dos figuras, mitad humanas, mitad bestias, ya descabezadas por el fragor de la batalla, luchan por conseguir otra cabeza. Al manuscrito hoy se le conoce como el Libro de Horas de Maastricht, y se conserva en la Biblioteca Británica bajo la signatura Stowe MS 17. Se puede hojear y ojear en su integridad en la web de esa institución. Os recomiendo verlo, en serio.
Al artesano en cuestión, jamás se le habría ocurrido pensar que ilustraba toda una profecía sobre un proyecto político en tierras ibéricas ocho siglos después. Muchas personas a las que les he mostrado la imagen inmediatamente me dicen: "¡Mira! ¡Si son Casado y Ayuso!".
Es increíble de puro absurdo que es. La ilustración medieval claramente lo es. Sus personajes se desangran luchando por una cabeza que se desangra. Se decapitaron entre sí. Y, mientras, otros monstruos se frotan las manos en otras páginas del manuscrito. El contenido real del Libro de Horas pasa a segundo plano. Al igual que la pandemia, la reforma laboral, la guerra en Ucrania, etc. En el primer caso lo decidió el ilustrador, en el segundo la llamada derecha mediática. El Libro de Horas de Maastricht es increíble. Seguro que predice el final también, pero aún no lo sabemos. * @Krakenberger