l nuevo canciller alemán, Olaf Scholz, lidera un gobierno de coalición denominado semáforo, por los colores de las formaciones políticas que lo conforman: SPD (rojo), Verdes (verde) y el Partido Liberal (amarillo). Un Ejecutivo tan novedoso por quienes lo integran, como innovador por el programa acordado. El sucesor de Angela Merkel tiene por delante un panorama de retos y desafíos notables, además de tratar de dotar a su mandato de personalidad propia por la comparación continua que se hará de sus decisiones con el legado de su antecesora. Asume su cargo en plena sexta ola de la pandemia y con Alemania entre los países europeos más afectados. La frontera Este de la UE, crítica para los germanos, sufre tensiones continuas por los planes expansionistas de Rusia. Y, económicamente, tendrá que hacer realidad el proyecto europeo verde y digital que debe transformar producción y consumo. Sin Alemania al frente, es utópico creer que Europa gane la batalla del futuro.
Scholz, de 63 años, lleva años en la primera línea de la política alemana, por lo que no puede ser considerado un inexperto o una sorpresa. La realidad es que su victoria es un síntoma del deseo de continuidad del electorado. Es visto como una garantía de estabilidad y moderación, y en las elecciones de septiembre logró llevar a la izquierda alemana a una victoria que se le resistía hacía años. El canciller Scholz no es conocido por su carisma ni por sus discursos inspiradores. De hecho, en su estilo, su actitud e incluso sus políticas tiene un increíble parecido con Merkel. Está casado con su compañera del SPD Britta Ernst, creció en Hamburgo y entró en la política como líder de la Juventud Socialista, después de haber estudiado Derecho laboral. Fue alcalde de Hamburgo de 2011 a 2018 y elegido por primera vez miembro del Bundestag en 1998. Desde 2018 ha sido vicecanciller y ministro de Finanzas en el gobierno de coalición de Merkel. Su pragmático manejo de la crisis de la covid le valió muchos elogios y altos índices de aprobación. Como ministro de Finanzas, supervisó el paquete de financiación de emergencia de 750.000 millones de euros elaborado por el gobierno federal para ayudar a las empresas y trabajadores ante la pandemia. Con Francia, también fue el arquitecto del fondo de recuperación de la UE.
Atreverse a avanzar: coalición por la libertad, la justicia y la sostenibilidad es el título del acuerdo de la coalición. El texto cuenta con 178 páginas divididas en diez capítulos. Los primeros temas están dedicados a educación y digitalización, seguidos de protección climática. Los socios de la coalición establecieron una demanda de electricidad de Alemania más elevada que el gobierno anterior, a 750 teravatios/hora. El objetivo del gobierno sigue siendo reducir las emisiones de CO2 en un 55% 2030. Sin embargo, la energía eólica y la energía solar deberían expandirse con mucha más rapidez: el 80% en vez del 65% de la electricidad debería provenir de energías renovables hasta 2030. Un objetivo ambicioso que incluye que los techos solares sean obligatorios para edificios comerciales y edificios privados. Así se triplicaría la producción de energía solar. Hasta ahora hay 31.000 aerogeneradores en Alemania. La tasa de expansión se multiplicaría por siete.
La coalición pide una "verdadera política exterior, de seguridad y de defensa común en Europa". La UE debe ser capaz de actuar internacionalmente y de manera más unida. También se menciona una mayor cooperación entre los ejércitos nacionales con estructuras de mando conjuntas y un cuartel general cívico-militar. En cuanto a política de defensa, una comisión de investigación parlamentaria "elaborará" la misión de evacuación de la Bundeswehr en Afganistán. Además, una comisión de investigación examinará el despliegue total de 20 años de soldados alemanes en el Hindu Kush. Además, con la "política de migración e integración", los partidos planean un "nuevo comienzo hacia un país moderno de inmigración". La migración debería diseñarse de manera "proactiva y realista" y reducir la "migración irregular". Entre otras cosas, debería acelerarse y digitalizarse la expedición de visados. El final del acuerdo apunta que Los Verdes pueden nombrar a un/a comisario/a de la UE en caso de que no sea alemán el presidente de la Comisión. Aviso de que no apoyarían un segundo mandato de Ursula Von der Leyen.