unca imaginaste que, de entre los miles de historias sobre pateras e inmigrantes, la tuya sería diferente. Quién te iba a decir que, a tus 19 años, ibas a ocupar titulares de periódicos durante 7 años. Aquel 6 de febrero de 2014 a las 7:45 de la mañana, un grupo de 23 personas, exhaustas, intentabais llegar a nado a la playa española de Ceuta. Imagino tu sorpresa al ver que la Guardia Civil, lejos de auxiliaros, os recibía disparándoos 145 pelotas de goma y 15 botes de humo (mientras estabais en el agua), para impediros llegar a la orilla.
De la sorpresa pasaste a la rabia y luego a la desesperación, cuando te diste cuenta de que te estabas ahogando.
Como moriste ahogado, te cuento que no fuiste el único. 14 muertos más (por lo menos) y unas grabaciones de vídeo, obligaron al Ministro del Interior a ir al Congreso a explicar lo inexplicable. Se abrió un proceso judicial que, tras muchos años, ha terminado archivado sin que nadie admita su responsabilidad en lo ocurrido. Al parecer, según la "Justicia", fuisteis los responsables de vuestra muerte, porque asumisteis el riesgo al entrar irregularmente en el país (como si un socorrista del pantano de Landa no tuviera obligación de auxiliar a quien sufre un corte de digestión, por meterse al agua sin esperar dos horas).
Por último, te cuento que, como no llevabas ninguna documentación aquel día, tu cadáver estuvo meses en una caja con simplemente un número. La razón fue que a tu familia se le negaba un visado para venir a Ceuta a identificarte, poder despedirte y poner un nombre en tu tumba. Finalmente lo logró; y dejaste de ser solo un cuerpo negro que había sido un blanco fácil en el Tarajal. Ahora sé que te llamas Larios Fotio y que tu hermano Frerick declaró en una radio que eras entrañable y muy buen chaval. Hoy hace 7 años que te ahogaste. Me habría gustado conocerte.