A pesar de la guerra, el cine ucraniano sigue abriéndose camino y un ejemplo de ello es la película de animación "Mavka, guardiana del bosque", una historia con mensaje pacifista y medioambiental cuyo desarrollo fue interrumpido por la invasión rusa y que este viernes llega a los cines del Estado.

El filme, que plantea un choque entre los seres humanos y unas criaturas fantásticas, fue uno de los grandes protagonistas de la pasada Cartoon Movie, celebrada a comienzos de marzo en Burdeos (Francia). En declaraciones su equipo ha resaltado, aún más en el contexto bélico, el mensaje de amor que contiene.

"Los humanos tenemos nuestra propia magia que es el amor y el amor es capaz de ganar cualquier lucha", ha señalado su directora creativa, Anna Eliseeva, "la lucha por la armonía, la naturaleza, la paz, la identidad, inluidas las luchas tan feroces que se están llevando a cabo en el territorio ucraniano".

Dirigida por Oleh Malamuzh, en animación tridimensional, es una historia destinada a un público familiar sobre el enfrentamiento y concordia entre los aldeanos ucranianos y los espíritus de la naturaleza; la lucha por los recursos naturales, avivada por una villana invasora, hará que Mavka, reina del bosque, trate de imponer la paz.

Aunque de entrada el mensaje principal era medioambiental Malamuzh cuenta que, inconscientemente, la guerra tuvo un impacto a lo largo del proceso. La invasión rusa les obligó a interrumpir su desarrollo, aunque finalmente decidieron continuar como pudieron, al principio desde sus casas o refugios y después fuera del país.

En Ucrania, que ha perdido un 50% de sus cines, según explica Malamuzh, ha sido todo un éxito. "Lo que hace esta película es dar fuerzas a la gente, les da recursos", subraya.

"Tenemos muchísimas reacciones de los espectadores, gente que dice que viaja 150 kilómetros hasta la ciudad más cercana con un cine abierto solo para ver esta película", asegura. "La gente vuelve, repite y ve la película dos y tres veces porque cada vez encuentra ayuda, nuevas fuerzas".

Aunque en los informativos y periódicos solo se ve la devastación, Eliseeva afirma que, salvo en las cinco regiones más conflictivas, la gente sigue con su vida. "La gente quiere ir al cine, necesita hacerlo", ha subrayado.

En cuanto a la continuidad de la industria audiovisual dicen que lo más difícil es conseguir financiación.

"Estamos convencidos de que al final de la guerra seremos capaces de presentar nuevos proyectos maduros e interesantes, al nivel de otros proyectos europeos y esto será para nosotros la verdadera victoria, no solo la victoria bélica y militar, sino también la victoria cultural".