20.18 horas, Base Espacial Vandenberg de la Fuerza Área de Estados Unidos (California). Esa es la hora y el lugar desde el que se pondrá este viernes en órbita 'LUR-1', el primer satélite 100% vasco a bordo del cohete 'Falcon 9' de Space X, la empresa fundada por Elon Musk. Minutos después del lanzamiento se producirá la separación del cohete y el satélite. Concluida esta fase, orbitará a una distancia de unos 515 kilómetros sobre la superficie de la Tierra y tomará imágenes de alta resolución. 

Después de más de mil horas innovación científica y espacial y 8 millones de euros –el 40% proceden de fondos públicos– la compañía alavesa AVS (Added Value Solu+ons) vivirá un hito empresarial, coincidiendo con su mayoría de edad. Este primer satélite íntegramente Made in Basque Countr’ no solo sitúa a Euskadi a la vanguardia de la carrera espacial (este sector genera cada año genera unos 800 millones de euros en Euskadi, emplea a unos 5.000 profesionales y supone un 5,7% del PIB vasco), sino que “consolida a AVS definitivamente como proveedor de plataformas satelitales además de misiones completas”, señalan desde la compañía. 

'LUR-1' ha sido concebido como un microsatélite de 57 kilos que incorpora antenas de diversas bandas (UHF, S y X), un brazo desplegable y paneles solares. Además, cuenta con una cámara multiespectral de siete bandas en visible e infrarrojo cercano con una resolución GSD de 1,5 mts (Ground Sample System – Sistema de Muestreo Terrestre) y también un experimento de Comunicaciones Cuánticas QKD, desarrollado íntegramente por AVS. Este receptor cuántico pretende demostrar que es posible enviar fotones polarizados y recibirlos en el propio satélite, “algo determinante para conseguir comunicaciones seguras ‘QKD’, imposibles de ser ciberatacadas”, sostienen en la compañía. 

Un satélite desorbitable

El satélite, que orbitará la Tierra a una velocidad de 7 kilómetros por segundo, ha sido diseñado para tener una vida útil de cinco años. Cumplido este plazo, será capturado de su órbita espacial para su posterior reentrada a la atmósfera, donde se desintegrará. “Será el primero de estas características en Europa”, señalan en AVS. Todo este desarrollo tecnológico ha sido concebido para la captura de imágenes de alta definición de la Tierra, si bien, en principio el foco de la misión está puesto en la geografía del País Vasco, para contemplar la evolución del litoral, analizar controles de plagas y ríos o gestionar la distribución de cultivos, entre otros. 

El caudal informativo que generen sus imágenes servirá a sus potenciales clientes (instituciones y centros de investigación de todo el país, así como clientes comerciales de todo el mundo). Si hasta la fecha la empresa había trabajado como proveedor de sistemas o componentes críticos para grandes misiones espaciales, con la puesta en órbita del 'LUR-1' ha conseguido liderar una misión íntegra. Es decir, ahora idea el proyecto, lo fabrica y lo testa, y, además, una vez lanzado al Espacio, es también quien lo controla desde Tierra, recibe los datos que envíe el satélite y los procesa. “Es un salto cualitativo extraordinario para AVS”, destacan en la compañía. 

El satélite 'LUR-1' lleva incorporado el dispositivo MICE, desarrollado también por la compañía alavesa para la ESA (Agencia Espacial Europea). MICE es el dispositivo que irá instalado en todos los satélites del programa Copernicus en preparación de su desorbitación en el caso de que dejaran de funcionar o para su uso al final de su vida útil. La ESA está promoviendo el desarrollo de estas tecnologías en el marco de su programa Zero Debris 2030. l