Las tildes son muy importantes. Nos lo han dicho siempre pero no todo el mundo lo tiene en cuenta. Y menos en la era del WhatsApp y de la inmediatez, en la que se escribe mal a propósito para acabar antes: es más rápido ‘ke’ que ‘que’ y poner una tilde puede suponer medio segundo más. Y claro, luego pasa lo que pasa y la presencia o ausencia de una tilde en una palabra puede cambiar el significado de una palabra o de una frase y provocar un malentendido tremendo (aunque se le acabe culpando al autocorrector).
WhatsApp de padres
Así ha sucedido en el grupo de WhatsApp de padres de un colegio de los Salesianos en algún lugar de Argentina y lo ha mostrado el creador de contenido Leandro Boggian, conocido en las redes como Chacal. Es un especialista en mostrar en TikTok e Instagram conversaciones absurdas o curiosas vividas en WhatsApp y comentarlas, y en este último post ha acumulado 4,3 millones de visualizaciones en menos de 24 horas.
Todo comienza por el mensaje de una madre, Vanina, que quiere informar al grupo de la muerte del papa Francisco. “Estimados, no sé si se enteraron, pero les quería contar que hace poco más de una hora falleció el papá de Roma”. Ese ‘papá’, en minúsculas y con tilde, fue el desencadenante de una surrealista conversación, en la que los dos primeros en responder demostraron que el primero no leyó bien lo que había escrito Vanina y que el segundo se limitó a seguir al primero, porque ambos escribieron “¡Que se mejore!”.
¿Quién ha muerto?
Ahí, la persona que terminó difundiendo la conversación (aparece sin nombre y en verde) parece indignarse ante lo que lee. “Gente, ¿que se mejore quién? ¿No leen?”, escribe. Pero a partir de ahí llega lo peor. Al parecer hay una niña en el colegio llamada Roma, cuya madre se encuentra en ese chat, y eso lo complica todo. “¿Se sabe qué le pasó al papá de Romita?”, pregunta otra persona, añadiendo un emoji de sorpresa. “Qué pena, tan joven”, añade otra madre. “No sé, Vanina no dijo más y tampoco me responde la mamá de Roma”, contesta otro miembro del grupo.
Diez minutos después aparece la madre de Roma, llamada Flor, para desmentir la muerte de su marido. “Vanina, yo no entiendo de dónde sacaste que mi marido falleció, pero te cuento que está acá al lado mío, vivo y coleando. Me acaban de llamar desesperados del colegio porque Romita se acaba de enterar por un compañerito y no para de llorar. ¿Me puedes explicar por qué dijiste semejante barbaridad?”, escribe sin entender qué estaba pasando.
Se aclara el malentendido
Visto que en todo ese rato nadie se había dado cuenta de lo que había querido decir Vanina, es ella la que finalmente vuelve a escribir para aclarar lo ocurrido y pedir disculpas. “Uhh, ¡perdón por la confusión! ¡No tuve mala intención! En realidad quise avisarles de que falleció el Papa de Roma (sin tilde). O sea, el papa Francisco! Fue el autocorrector, ¡mil perdones!”, finaliza la surrealista conversación.