Muchas veces, las redes sociales se cobran víctimas de la manera más inesperada y trágica posible. Es el caso de Natalie Stichova, una destacada gimnasta checa y considerada una estrella nacional, que, tras sufrir un accidente el pasado 15 de agosto, ha fallecido con tan solo 23 años. 

La atleta se encontraba cerca del castillo de Neuschwanstein, en Alemania, famoso por ser el castillo de la Bella Durmiente’, justo cuando buscaba hacerse un selfie con el monumento. Un gesto que, por desgracia,  le ha costado la vida.

Imagen de redes sociales de la gimnasta checa Natalie Stichova Instagram

Un lamentable accidente 

Natalie Stichova se encontraba recorriendo el monte Tegelberg en compañía de un grupo de acompañantes. Durante el camino, se vio atraída por las vistas del lugar, sobre todo por las panorámicas que ofrece el castillo de Neuschwanstein.

Con el objetivo de capturar ese instante, la deportista trató de hacer un selfie. Para ello, se acercó al borde del precipicio del monte, momento en el que resbaló y terminó cayendo desde una altura aproximada de 80 metros.

La caída, presenciada por el grupo, provocó desesperación y pánico a partes iguales. Los servicios de emergencia no tardaron en acudir al lugar del accidente y rescatar a Stichova, que fue trasladada, en estado crítico, al hospital más cercano.

Conmoción y dolor 

Tras pasar días y días debatiéndose entre la vida y la muerte, las lesiones sufridas por la gimnasia checa han resultado ser demasiado graves. Según el Daily Mail, la familia decidió retirar el soporte vital que mantenía a la joven, quien sufrió un terrible daño cerebral. 

En declaraciones al citado medio, una amiga próxima a Natalie Stichova detalló cómo esta buscaba el encuadre ideal para su foto, sin ser consciente del peligro que corría y con el objetivo de conseguir una buena foto del castillo. 

La muerte de Natalie Stichova ha impactado al deporte y sociedad checa. Este caso, al igual que muchos otros, pone de manifiesto el riesgo que supone buscar un selfie en las circunstancias más peligrosas, ignorando la seguridad y el bien común. 

Los riesgos de los selfies 

Tomarse selfies en lugares de montaña y otros sitios arriesgados puede ser extremadamente peligroso y ha llevado a numerosos accidentes fatales en los últimos años. La popularidad de las redes sociales y la búsqueda de fotos impactantes para compartir pueden llevar a las personas a asumir riesgos imprudentes en su afán de obtener la toma perfecta. 

Estos son algunos de los peligros asociados y por qué esta práctica es tan peligrosa.

Condiciones inseguras

Las montañas y sitios similares a menudo tienen terrenos irregulares, inestables o escarpados. Intentar tomarse una selfie en estos lugares puede hacer que uno pierda el equilibrio, resbale o caiga, especialmente si se está distraído o no se toman las precauciones adecuadas. 

Falta de preparación

Muchas personas que buscan tomarse selfies en estos lugares no están preparadas adecuadamente. La falta de equipo adecuado, experiencia en montaña y conocimientos sobre las condiciones del terreno puede aumentar significativamente el riesgo de accidentes. 

Distracción

Concentrarse en un selfie puede distraer a las personas de los peligros inmediatos del entorno. La atención que se presta al encuadre perfecto o a la pose puede desviar la concentración de las condiciones peligrosas del terreno, como piedras sueltas, desniveles o caídas abruptas.

Condiciones climáticas

Las condiciones climáticas en áreas de montaña pueden cambiar rápidamente, convirtiendo un entorno relativamente seguro en uno extremadamente peligroso. Las selfies tomadas en condiciones meteorológicas adversas, como tormentas o niebla, pueden aumentar el riesgo de accidentes.

Impacto en rescatistas

Los accidentes derivados de selfies en lugares peligrosos no solo afectan a los involucrados, sino que también requieren la intervención de equipos de rescate, lo que puede poner en riesgo la seguridad de otros y desviar recursos que podrían ser necesarios en situaciones de emergencia más críticas.