Inédita decisión de una nueva tienda en Vitoria que agradece mucho todo el barrio

Acaban de anunciarlo y ha sido toda una sorpresa en este barrio de Vitoria.

Son muchos los vecinos que este miércoles se paraban a leer los carteles colgados en la fachada con la fecha de su inauguración.

Será el próximo lunes, 10 de junio, cuando una nueva tienda levantará su persiana en la capital alavesa.

Un comercio que está generando mucha expectación entre vecinos de Coronación, Gorbea y El Pilar por el anuncio inédito que acaban de hacer.

Y es que los clientes que se acerquen a conocer el nuevo establecimiento durante su primera semana de apertura recibirán un regalo.

Ubicado en la calle Coronación y tras años cerrado tras la marcha de una entidad bancaria, abre de nuevo este local comercial de grandes dimensiones y uno de los más atractivos en la capital alavesa con escaparates en dos céntricas calles: Aldabe y Plaza de la Ciudadela.

De este modo y en tan sólo unos días, habrá tres tiendas del mismo sector en menos de 50 metros en una única calle de Vitoria, lo que está dejando a muchos vecinos del barrio bastante sorprendidos.

Muy cerca de la famosa frutería de barrio Delika y frente a otro local que también vende fruta (justo al lado de la oficina de Kutxabank y de la tienda Al Jawhara Store), las obras se ultiman para que desde el lunes se ponga en marcha Álava Frutería.

Un regalo inesperado la primera semana

Lo que más está llamando la atención en el barrio es el anuncio que acaba de hacer la nueva tienda.

Y es que durante la primera semana de apertura regalará un kilo de fruta y verdura, una innovadora idea para diferenciarse de su competencia tan cercana.

Este comercio verá la luz en unos días, una vez recuperada cierta normalidad en el barrio de Coronación tras haber finalizado las obras que han dado un aspecto totalmente diferente a esta zona con una reforma integral de la calle Aldabe, convirtiendo la vía en un nuevo eje en la capital alavesa para los peatones.

No hay que olvidar que durante largos meses la Plaza de la Ciudadela se convirtió en un espacio lleno de vallas, maquinaria y obrero, una situación que afectó directamente a la vida del barrio debido al ruido y polvo que desde primera hora soportaron tanto los pequeños comercios a pie de calle como los propios vecinos.