La piel es el elemento más importante del cuerpo humano, de ahí que haya que saber cuidarlo de todas las formas posibles. Porque, con el paso del tiempo, tiende a deteriorarse con arrugas, estrías y muchas otras imperfecciones. Y si se descuida con una alimentación muy pobre y unos malos hábitos de salud, los efectos son peores todavía. 

Por eso mismo, hay que extremar las precauciones y apostar por métodos que nos ayuden a mantener el cutis en buen estado, en el medio-largo plazo. Así lo defienden dermatólogos de renombre como, por ejemplo, Ana Molina

La desconocida enfermedad de la piel

La citada experta, en un reciente vídeo publicado en sus redes sociales, enfatiza en la idea de que la piel es un factor que condiciona nuestra vida diaria. Algunas enfermedades que esta puede sufrir se ven en el día a día.

Una de ellas, desconocida para el gran público, es el eccema crónico de manos, que puede hacer más difíciles ciertas tareas de la vida cotidiana. Para conocer qué efectos puede tener en el cuerpo, vamos a ver en qué consiste. 

Cuando las manos se convierten en un reto

Tal y como cuenta Ana Molina, el eccema crónico de manos puede causar picores insoportables, hasta el punto de tener que abandonar tareas diarias o no poder estrechar manos ajenas por miedo a sentir dolor.

Y es que, esta enfermedad inflamatoria destaca por brotes repetidos de enrojecimiento, picores, descamación y fisuras. Aunque a simple vista puede parecer un problema solo de la piel, sus consecuencias van más allá, causando incomodidad en todo momento. 

Es más, funciones del día a día como limpiar, escribir o manipular ciertos objetos puede convertirse en un verdadero reto. Algo que complica todavía más si cabe poder llevar una vida normal, por el dolor que pueden generar estas pequeñas acciones. 

Esta enfermedad que afecta a las manos impide hacer vida normal Pixabay

El impacto social y emocional

El eccema crónico de manos también influye en la vida social, teniendo que mostrar poca ropa o temiendo por inseguridades en muchos entornos, por el miedo a ser juzgados o ser preguntados por el aspecto de la piel

En el mundo laboral, hay profesiones que exigen un contacto directo con sus manos, por lo que sufrir esta enfermedad supone un claro obstáculo para poder dedicarse a ellas. Algo que, como es de esperar, puede provocar desesperanza y frustración. 

Una persona cuida su mano con un fármaco Freepik

Mucho más que tratar la piel

Los expertos en dermatología apuntan a que el eccema de manos va mucho más allá de las dolencias que puedan sufrir en las manos, ya que hay que tener en cuenta muchos factores en conjunto para tratarlas adecuadamente. 

Por lo tanto, la solución pasa por apostar por tratamientos eficaces y sostenibles en el tiempo, al igual que acompañar a esa persona afectada en el proceso emocional, entendiendo sus miedos y todo lo vivido en la experiencia. 

Porque, como dice la doctora, el dermatólogo también debe escuchar, empatizar y buscar soluciones a medida del cliente. Desde guantes o crema simples, hasta remedios como fármacos avanzados para poner fin a esta enfermedad.