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Adiós a morderse las uñas: trucos sencillos para dejar esta manía

Esta costumbre afecta directamente tanto a la apariencia como a la salud de muchas personas

Adiós a morderse las uñas: trucos sencillos para dejar esta maníaFreepik

La forma en que cuidamos nuestras manos y uñas dice mucho de nuestra personalidad y salud. Mantener una manicura adecuada no solo es una cuestión estética, ya que también está vinculada a nuestro bienestar. Sin embargo, muchas personas tienen la costumbre de morderse las uñas, un hábito que puede parecer inofensivo, pero que con el tiempo puede traer consecuencias tanto físicas como psicológicas.

El origen del hábito de morderse las uñas

Conocida como onicofagia, esta práctica es considerada un trastorno de carácter psicológico que afecta principalmente a niños y adolescentes, aunque en muchos casos perdura hasta la adultez. Se trata de una conducta que suele aparecer como respuesta al estrés, la ansiedad o el nerviosismo, convirtiéndose en un mecanismo inconsciente que perjudica la salud.

Morderse las uñas de manera habitual puede tener efectos negativos a nivel físico. Además de causar daño estético, puede generar problemas dentales como maloclusiones, heridas en la piel de los dedos, infecciones bacterianas y fragilidad en las uñas. A nivel emocional, puede derivar en sentimientos de frustración y baja autoestima al notar las manos en mal estado.

¿Cómo dejar de morderse las uñas?

Si eres una de las muchas personas que buscan superar este hábito, existen varios métodos que pueden ayudarte a recuperar el control. A continuación, te presentamos siete estrategias que han demostrado ser efectivas.

1. Ten una manicura cuidada

Llevar las uñas bien arregladas y con esmalte puede ayudarte a pensar dos veces antes de morderlas. Optar por colores vibrantes o diseños llamativos hará que no quieras arruinar tu esfuerzo en el cuidado de tus manos.

2. Mantén las uñas cortas

Recortar las uñas regularmente evita que haya algo que morder. Además, unas uñas bien niveladas son menos propensas a romperse, reduciendo el deseo de manipularlas con los dientes.

3. Las manos ocupadas

Cuando las manos están en constante actividad, es más difícil caer en el hábito de morderse las uñas. Jugar con un bolígrafo, utilizar una pelota antiestrés o realizar actividades manuales puede ser de gran ayuda.

4. Busca un sustitutivo

Si el impulso de morderte las uñas es fuerte, intenta sustituirlo con algo diferente, como mascar chicle o chupar un caramelo sin azúcar. Esto ayuda a canalizar la ansiedad sin dañar tus manos.

5. Usa uñas postizas

El uso de uñas postizas de gel, acrílico o porcelana puede ser una solución eficaz. Al ser más difícil de morder y menos agradables al tacto con los dientes, pueden ayudarte a reducir el hábito con el tiempo.

6. Aplica esmaltes con sabor amargo

Existen esmaltes especiales con un sabor desagradable que dificultan la acción de morderse las uñas y así combatir este problema.

7. Recurre a la fuerza de voluntad

Más allá de cualquier truco o estrategia, la determinación personal es clave para dejar de morderse las uñas. Al igual que ocurre con otros hábitos poco saludables, superar la onicofagia requiere compromiso y paciencia.

La importancia de las uñas en nuestra salud

Las uñas desempeñan un papel fundamental en la protección y funcionalidad de nuestras manos y pies. Están compuestas principalmente de queratina, una proteína fibrosa que también forma parte del cabello y la piel. Su estructura resistente permite proteger las puntas de los dedos de golpes o lesiones, además de facilitar tareas diarias como sujetar objetos, rascarse, escribir o realizar trabajos manuales con precisión.

Más allá de su función protectora, las uñas también reflejan nuestro estado de salud. Cambios en su color, textura o grosor pueden ser señales de diversas afecciones, desde deficiencias nutricionales hasta problemas circulatorios o enfermedades cutáneas. Por ejemplo, uñas quebradizas pueden indicar falta de vitaminas, mientras que tonalidades azuladas pueden sugerir problemas de oxigenación en la sangre.

Una mujer se muerde las uñas de las manos

Más que salud

Por este motivo, su cuidado debe verse únicamente como una parte esencial de la higiene y el bienestar general. Mantener las uñas limpias, cortadas y bien hidratadas previene infecciones y fortalece su estructura. Además, llevar una alimentación equilibrada rica en vitaminas y minerales, evitar el contacto con productos químicos agresivos y protegerlas con guantes en tareas domésticas contribuyen a mantenerlas fuertes.