El Baskonia finalizó este domingo su particular gira lejos del Buesa Arena del mismo modo que la comenzó, con una dolorosa derrota en Liga ACB en territorio catalán (91-83).
Los vitorianos volvieron a mostrar por enésima vez esta temporada una gran fragilidad defensiva que condenó por completo todas las aspiraciones de los de Paolo Galbiati.
Sin embargo, el arranque del choque no fue ni mucho menos malo para el Baskonia. Los gasteiztarras mantuvieron el ritmo de juego que el Barcelona estaba imponiendo sobre el Palau Blaugrana y en ningún momento se desconectaron en ambos aros durante el primer acto.
Tras el empate a 19 al finalizar el cuarto inaugural, el Baskonia logró aumentar su renta con unos inspirados Luwawu-Cabarrot y Howard que lideraron al equipo con siete y cinco puntos en el segundo cuarto. Con una aseada labor en todas las facetas, los vitorianos se fueron al frente del marcador al descanso con una esperanzadora renta de 39-43.
Segunda parte negativa
La debacle para el Baskonia acontecería poco después del paso por los vestuarios. Ya en los últimos minutos del segundo cuarto, el Barcelona recortó distancias ante un forastero vitoriano que llegó a ir 32-41 momentos antes del descanso. Regalar tan fácil parte de ese botín tan sabroso fue premonitorio de lo que sucedería más tarde.
Darío Brizuela fue el principal agitador del partido para los intereses catalanes. El donostiarra, inédito hasta ese instante, ingresó en el tercer acto sediento de gloria. Completamente desatado, le costó muy poco revolucionar el choque anotando canastas de todos los colores que pusieron al Barcelona por delante y sumieron al Baskonia en un callejón oscuro.
El ogro catalán le endosó un parcial de 35-14 al Baskonia entre la conclusión del segundo cuarto y la apertura del tercero para colocar un marcador de 67-55. Esta sangría en la defensa vitoriana, incapaz de atajarse, siguió agravándose con la aparición de dos cuchillos afilados en las filas culés como Shengelia y Clyburn. Ambos se divirtieron sobre el parqué del Palau haciendo más grande la herida alavesa.
En total, el Baskonia encajó la friolera de 31 puntos en el tercer cuarto, de los cuales, 10 fueron de Shengelia, con un 5/5 en tiros de dos, 9 de Brizuela, con un 3/3 en triples y 8 de Clyburn con 2/3 en tiros de tres.
La escuadra de Galbiati quedó herida de muerte, aunque el consuelo es que llegó viva hasta el minuto 35 tras varias acciones positivas de Diakite que posibilitaron el 75-73. Un triple de Cale, posiblemente el tirador menos fiable del Barcelona, constituyó entonces el principio del fin de un Baskonia que perdió la fe y vio, además, cómo Clyburn seguía martilleando su aro. En definitiva, nuevo paso atrás de un equipo huérfano de la solidez necesaria para rebelarse ante rivales rebosantes de pólvora y pegada como el blaugrana.