Para asegurar con rotundidad que eres mejor que LeBron James y Shaquille O’Neal es necesario llamarte Michael Jordan, tener la autoestima por las nubes o no tener la cabeza bien amueblada. En el caso del pívot del Efes Kai Jones, una vez confirmado en su vida laboral que no jugó en los Chicago Bulls entre 1984 y 1998, cualquiera de las dos segundas hipótesis puede explicar su osadía.
El pívot bahameño de 24 años, que visita al Baskonia hoy, ha recalado en el Anadolu Efes esta temporada como recambio del lesionado Vincent Poirier tras no haber encontrado hueco en la NBA. Talento y condiciones físicas tenía desde luego para haber triunfado en la mejor liga del mundo y, de hecho, así lo estimaron los Charlotte Hornets cuando lo adquirieron tras ser elegido en el puesto 19 del Draft de 2021.
Sus salidas de tono, su inestabilidad emocional y su personalidad, muy difícil de gestionar, provocaron sin embargo que la franquicia se terminara cansando de él y lo despidiera en octubre de 2023. Desde entonces, ha dado muchas vueltas entre la NBA y la Liga de Desarrollo, pero en ningún destino se han atrevido a mantenerle en nómina más allá de unos pocos meses.
Sin pelos en la lengua
El episodio que colmó la paciencia de los Hornets tuvo que ver con unas publicaciones que el jugador realizó en su cuenta de Twitter. Inicialmente, criticó sin tapujos el rendimiento de los dos pívots de su equipo que estaban contando con más protagonismo que él en la rotación, Mark Williams y Nick Richards.
Tras ello y alentado por las respuestas del resto de usuarios, se fue calentando y aseguró ser mejor que los dos buques insignias de la franquicia, LaMelo Ball y Brandon Miller. “He tenido mejor porcentaje de tiro que ellos desde que salí del útero y ninguno puede defenderme”, escribió.
Sin embargo, la cosa no quedó en esas ofensas a sus compañeros de vestuario, totalmente infundadas ya que Jones era suplente con unos promedios de 2,7 puntos y 2 rebotes hasta entonces. El bahameño fue más allá y afirmó que vencería “al 100%” a LeBron James en un uno contra uno y que “cocinaría” a otro histórico de la competición como Shaquille O’Neal.
Entre sus mensajes extraños por esas fechas también cabe mencionar otros asegurando ser “Dios”, que caminaba “sobre las nubes” o que era el “mejor de todos los tiempos”. Por si fuera poco, realizó un vídeo en directo en el que se le veía sudando y con dificultades para articular palabras.
Finalmente, los Hornets lo suspendieron por “motivos personales” y terminaron cortándolo. Después, pasó por Philadelphia, Los Ángeles y Dallas antes de recalar en el Efes, que aún confía en que enderece su carrera.
 
        
     
                                             
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