Cinco jornadas, cinco derrotas. Ese es el balance que se le queda al Baskonia, farolillo rojo de la Euroliga, tras caer en casa contra el Partizan. Una derrota que, si bien podía ser previsible por las importantes ausencias por lesión de Forrest, Howard y Kurucs, fue igualmente dolorosa después de todo el esfuerzo del equipo, que llegó a los dos últimos minutos con el marcador igualado tras regresar varias veces al partido, pero al que se le fundieron los plomos en el desenlace sin un director de juego sobre el parqué.
Condicionado por las bajas, Galbiati alineó de inicio un quinteto formado por Spagnolo, el jovencísimo Joksimovic, Luwawu-Cabarrot, Sedekerskis y Diakite en el que pronto introdujo variantes tras encajar un 2-8 inicial con triples de Marinkovic y Brown. Con Spagnolo, Diallo y Samanic en cancha, el cuadro gasteiztarra se asentó mejor en cancha, controló mejor sus ataques y defendió con solidez al Partizan para hacerse con el mando del encuentro.
Con los puntos de los tres mencionados, el Baskonia encadenó un parcial de 14-5 con el que se adelantó en el marcador hacia el final de un primer cuarto de poca anotación para lo que acostumbra el cuadro de Galbiati, aunque dos buenas penetraciones de Carlik Jones dejaron a los serbios por delante al término de los diez primeros minutos (20-22).
Pese a ello, las sensaciones eran positivas para los alaveses, que atacaron con ritmo, pero sin precipitarse, y encontraron buenas situaciones de tiro para mantenerse en un intercambio de golpes con el Partizan, que volcó más su juego por fuera gracias a su acierto desde el triple.
Primero con las explosivas penetraciones de Diallo y después con la calidad de Luwawu-Cabarrot, el Baskonia se turnó al frente del marcador con los serbios hasta que, en los dos últimos minutos de la primera parte, los alaveses comenzaron a dar signos de fatiga al conceder varios rebotes ofensivos a Jabari Parker y llegar tarde en los balances defensivos, algo que permitió al Partizan obtener un pequeño colchón de 40-48 al descanso tras un parcial de 2-9.
Otro mal arranque
La segunda parte comenzó bien con un triple de Nowell, pero los problemas que brotaron al término del segundo cuarto se fueron agudizando y el Partizan lo aprovechó para poner tierra de por medio. El Baskonia se precipitó en sus ataques, no logró cerrar el rebote y los serbios sacaron rédito de cada desajuste defensivo azulgrana hasta llegar a manejar una ventaja de 16 puntos (47-63) con el que el partido parecía escaparse.
Afortunadamente, los locales lograron ordenar sus ideas, Cabarrot y Diallo asumieron galones tanto en ataque como en defensa y lograron conectar a sus compañeros. El equipo elevó su intensidad defensiva, movió más el balón en ataque y gracias a ese punto más de generosidad encadenó un fantástico parcial de 17-3 culminado por dos triples desde la esquina de Frisch que encendieron al Buesa Arena y dejaron todo por decidir en el último cuarto con el 64-66.
Luwawu-Cabarrot igualó el choque en la reanudación, en la que la igualdad fue máxima, sin que el Baskonia consiguiera ponerse por delante ni el Partizan escaparse en el marcador. Amagaron los serbios con hacerlo con un triple de Marinkovic (70-75) que fue inmediatamente respondido por Cabarrot, convertido definitivamente en el líder del equipo ante las ausencias de Forrest y Howard.
De hecho, al francés le tocó tras ello ejercer como base de circunstancias junto a Diallo en un quinteto muy alto, físico y defensivo formado por ellos dos, Sedekerskis, Frisch y Diop. Una combinación que echó el candado atrás, pero a la que le faltó clarividencia en ataque al pecar de acciones individuales sin sistema.
Con sus bondades, pero sin una cabeza pensante que ordenara el ataque, el equipo se mantuvo cerca hasta que Duane Washington desequilibró la balanza. Con una gran acción de dos más uno colocó el 77-82 a 1:20 del final y, tras una canasta de Diallo, dio la estocada final con un espectacular triple sobre el punteo de Diop para el 79-85, que, seguido de una pérdida de Diallo, dejó el duelo visto para sentencia. El esfuerzo del Baskonia quedó una vez más en saco roto y tras cinco jornadas europeas sigue sin conocer la victoria.