El director ejecutivo de la Euroliga, Paulius Motiejunas, ha comparecido este lunes en una rueda de prensa previa al arranque oficial del torneo mañana, una comparecencia en la que ha sido cuestionado por el futuro de los clubes israelíes.

De momento, el lituano sigue defendiendo la participación del Maccabi Tel Aviv y el Hapoel Tel Aviv en la competición, aunque no descarta tomar medidas en el futuro si otros deportes mueven ficha para expulsar a los participantes de Israel como castigo por el acoso sobre Gaza.

“La política no debería meterse en el deporte y especialmente en el baloncesto, pero estamos siguiendo la situación”, respondió el CEO de la Euroliga. Organismos como la FIFA y la UEFA, que manejan el fútbol europeo, sí que se encuentran en conversaciones para expulsar a los clubes de Israel de sus ligas, por lo que el camino del baloncesto dependerá en gran medida de la decisión que se tome en el fútbol.

"Seguiremos observando, monitoreando esta situación y reaccionando en consecuencia. No es que uno tenga que tomar una decisión y la sigamos de inmediato, pero tan pronto como otras organizaciones deportivas comiencen a reaccionar, o incluso si la UEFA reacciona, hablaremos con los clubes”, adelantó.

Por el momento, no parece que la Euroliga vaya a mover ficha como sucedió inmediatamente con los equipos rusos (CSKA de Moscú, propietario de la Euroliga, Zenit de San Petersburgo y Unics Kazan) cuando comenzó la invasión de Ucrania.

Por lo tanto, salvo que cambie la situación, el debate continuará, con protestas en los choques a domicilio de los equipos israelíes, pero ahora multiplicadas por dos con la llegada del Hapoel. En Vitoria se esperan movilizaciones en las visitas de ambos equipos de Tel Aviv, que no pisarán Turquía, donde las protestas pueden resultar peligrosas para los jugadores.