Las primeras pinceladas del mercado de fichajes en la Euroliga dejan entrever un fenómeno cada vez más asentado: el constante trasvase de jugadores entre los propios clubes que integran la máxima competición continental. A falta de grandes movimientos desde la NBA o desde otras ligas europeas, el grueso de las operaciones más relevantes se está produciendo de puerta a puerta, con movimientos dentro del propio ecosistema.
El Baskonia, eso sí, ha sido una de las excepciones en su primera incorporación para la temporada 2025-26. Esta misma semana, el equipo gasteiztarra anunció el fichaje de Clément Frisch. Un ala-pívot versátil y prometedor, pero sin experiencia a este nivel. Procede del Sluc Nancy francés, formado en el Strasbourg y se le ha firmado hasta 2028, como muestra de que es una apuesta a medio plazo de la entidad del Buesa Arena.
Desde Vitoria-Gasteiz sí ha salido rumbo a otro club de la Euroliga, en concreto al Estrella Roja, Chima Moneke. El jugador nigeriano ha dejado muchos momentos de buen baloncesto durante sus dos temporadas en la capital alavesa, pero dar continuidad a su ciclo no tenía sentido. Habrá que ver si se adapta a una ciudad como Belgrado, donde la exigencia y la presión son todavía mayores que las que ha conocido en los últimos años.
A la capital serbia, aunque al rival acérrimo, se ha marchado Jabari Parker desde el Barça Basket. Un fichaje de campanillas con el que el Partizan quiere revalidar el título doméstico -ha roto este curso su racha de un decenio sin ganarlo- y dar un pasó más en la Euroliga. Acabaron en decimosegunda posición. También tendrán que sobreponerse a la salida de Brandon Davies, fundamental por su liderazgo dentro y fuera de la cancha.
MOVIMIENTO EN GRECIA
Ahora bien, el mayor trasvase entre clubes de la máxima competición continental se ha dado hasta ahora en territorio griego. En poco tiempo, seguramente para olvidar lo antes posible la decepción que supuso caer en semifinales contra el Mónaco, Olympiacos ha anunciado las salidas de Williams-Goss, directo al Zalgiris Kaunas, y de Luka Vildoza, a la Virtus Bologna. Y pronto deberían anunciar a Tyson Ward, del Paris Basketball.
Vildoza, viejo conocido de la afición baskonista, se reencuentra así con la leyenda Dusko Ivanovic, con el que coincidió en dos temporadas en Vitoria-Gasteiz. A las órdenes del montenegrino, el base argentino alcanzó su mejor versión y fue clave para conseguir el título de la Liga ACB del 2019-20, protagonizado por la burbuja en Valencia contra el covid-19. Recuperar ese nivel será el objetivo tras un año demasiado discreto en El Pireo.
A pocos kilómetros, en Atenas, el Panathinaikos se ha hecho con los servicios de T. J. Shorts, también del mencionado Paris. Lo cierto es que no va a ser un verano sencillo para la escuadra francesa. Después de ser la gran revelación de la Euroliga, sobre todo en la primera vuelta, y ganar el campeonato doméstico, todo apunta que la plantilla va a ser arrasada, empezando por su técnico Tiago Splitter, que regresa a la NBA para crecer.
Estos son los fichajes que, hasta ahora, se han dado entre clubes de la Euroliga, pero seguro habrá más en las próximas semanas. Rumores no faltan para ello. Ya se ha especulado con llegadas como las de Nikola Mirotić (Armani Milan) al Mónaco, Jokubaitis (Maccabi) al Bayern, Devin Booker (Bayern) y Marko Guduric (Fenerbahçe) al Armani o de Moses Wright (Olympiacos) al Zalgiris.