Hace casi 27 años, el TDK Manresa protagonizaba la gran sorpresa de la historia de la ACB al proclamarse campeón de Liga tras batir en la final al Baskonia dirigido por Sergio Scariolo por 3-1.
Era la época de los tres estadounidenses y en el equipo que entrenaba Luis Casimiro uno de ellos era Derrick Alston, un fino estilista que promedió 17,1 puntos y 8,7 rebotes.
Esta temporada juega en el equipo del Bagès, ahora bautizado como Baxi, su hijo Derrick Samuel Alston Jr.
No es el caso de Dino y Andrea Meneghin o el de LeBron y Bronny James, pero tampoco es habitual que un padre y un hijo hayan vestido la misma camiseta con tantos años de diferencia, sobre todo en un baloncesto tan globalizado como el actual en el que las posibilidades que ofrece el mercado son muchísimas.
El más joven de los Alston, nacido en 1997, vivió sus primeros meses en Manresa y sus primeros años en Valencia y Madrid, donde también jugó su padre.
“Él es un referente, pero intento hacer mi carrera”, aseguró en su llegada a la localidad catalana para evitar esas comparaciones que siempre son odiosas
“Él es un referente, pero intento hacer mi carrera”, aseguró en su llegada a la localidad catalana para evitar esas comparaciones que siempre son odiosas y que, muchas veces, acaban perjudicando a quien llega por detrás.
De todas formas, el parecido entre los dos, longilineos, fibrosos y de estatura similar, resulta evidente, aunque su estilo de juego sea diferente.
Un alapívot versátil
El padre era un jugador que se manejaba en la zona y sus inmediaciones. En cambio, el hijo es un producto de estos tiempos, tiene el pack completo.
“Ha sido como cerrar el círculo ya que me marché de Manresa siendo casi un bebé y vuelvo siendo adulto”
Es alguien casi indetectable por las defensas ya que con sus 2,06 metros se mueve por todo el ataque, es capaz de rebotear y conducir el balón con una enorme versatilidad y encaja como un guante en el estilo de juego del conjunto manresano, cuya dirección deportiva siempre está atenta a bucear con éxito en mercados desconocidos.
“Ha sido como cerrar el círculo ya que me marché de Manresa siendo casi un bebé y vuelvo siendo adulto”, comentó Alston Jr., que tras formarse en Boise State y militar un curso en la G-League, empezó su carrera profesional europea en el Rostock Seawolves alemán, donde estuvo dos años y con el que la pasada temporada disputó la FIBA Europe Cup.
De ese equipo acaba de llegar también Chevez Goodwin, recién fichado por el Lleida. De la Bundesliga, como tantos otros, Derrick Alston dio el salto al máximo nivel en Europa y, de momento, no lo ha acusado ya que promedia en la Liga Endesa 16,8 puntos, segundo máximo anotador por detrás de Jerrick Harding (21,1), y 4,7 rebotes en 25 minutos de juego de máxima intensidad.
“En el despacho de mi padre siempre había el trofeo con las letras ACB y nunca sabía realmente lo que significaba. Lo aprendí en el instituto y eso me abrió algo la mente”
Dejar un legado
“En el despacho de mi padre siempre había el trofeo con las letras ACB y nunca sabía realmente lo que significaba. Lo aprendí en el instituto y eso me abrió algo la mente”, reconoció el jugador del Manresa, que sabe que ahora es imposible, o casi, repetir aquella gesta de finales de los 90, que sigue siendo inolvidable por lo que supuso entonces.
Sin embargo, Alston Jr. quiere contribuir a que su equipo sea “competitivo y podamos hacer una gran temporada”.
“Hay que crear una cultura ganadora y yo espero construir mi propio legado”, afirma un jugador que solo firmó por una temporada en Manresa y, probablemente, manejará ofertas importantes el próximo verano.