Pocos jugadores son capaces de tener en vilo durante un verano a dos grandes transatlánticos como el Real Madrid y el Barcelona. Hay que estar hecho de una pasta especial y rebosar talento por todos los poros para estar en el centro de la lucha de dos gigantes que anhelan tu fichaje. Pues bien, quien tuvo ese honor de hacer que blancos y culés pusieran toda la carne en el asador fue Mario Hezonja, arrebatador y egocéntrico a partes iguales y en el ojo del huracán desde el domingo al filo de las 13:15 horas.
Con las pulsaciones en caliente y cuando su equipo perdía por doce puntos (46-34) al descanso en el encuentro de Miribilla ante el Bilbao Basket, Hezonja no se cortó lo más mínimo en los micrófonos de Movistar Plus. “Nos cambia y no cogemos el ritmo con los jugadores nuevos. Vamos a tener que sudar muchísimo si queremos hacer algo este año”, censuró el jugador croata.
El destinatario de la puya no era otro que Chus Mateo, el eslabón más débil en la actualidad de un Real Madrid que no atraviesa un momento excesivamente boyante y que aterriza en el Buesa Arena en medio del terremoto provocado por las inesperadas palabras de uno de sus jugadores franquicia.
“Nos cambia y no cogemos el ritmo con los jugadores nuevos”, dijo el balcánico, víctima de un virus que le ha hecho perder siete kilos
Como no podía ser de otra forma, a Mateo le llegaron las críticas de su pupilo y, en la medida de lo posible, trató de sofocar el incendio nada más consumarse la tercera derrota a domicilio de los blancos desde el inicio de la temporada. Eso sí, instó a Hezonja a lavar los trapos sucios en casa.
“Si eso es así, que no lo sé, puedo entender que ha sufrido un momento determinado de frustración. Pero las cosas que tengamos que hablar las hablamos entre nosotros, no somos gente que nos guste airearlas. Tranquilidad y a seguir trabajando”, reconoció el preparador merengue, bastante discutido en estos albores de curso por estar exprimiendo a sus estrellas y que reclama fichajes para contrarrestar la sensible marcha de Yabusele a la NBA o los problemas de lesiones que afectan a Andrés Feliz y Usman Garuba.
Hezonja, por cierto, acabó siendo uno de los mejores en su equipo ante el Bilbao Basket con 18 puntos y 3 rebotes, únicamente por detrás de los 23 que firmó Gabi Deck.
La del domingo ha sido la última metedura de pata de un jugador que estuvo en boca de todo el mundo durante este verano tras sus flirteos con el Barcelona y su millonaria renovación final con el Real Madrid. El croata decidió jurar amor eterno a su actual club justo después de conseguir la Liga Endesa y aseguró que deseaba seguir ganando títulos con ellos cuando pocos días antes había firmado un documento con el eterno rival catalán, quien finalmente renunció a hacer efectivo el acuerdo tras sentirse traicionado por el balcánico.
En un momento dulce
Otras opciones encima de la mesa para Hezonja fueron regresar a la NBA o al Panathinaikos. Sin embargo, ninguna de las ofertas que le llegaron desde Estados Unidos le aseguraba el equilibrio entre rol y salario que él deseaba. Dada su volcánica personalidad, quería sentirse reconocido económicamente, pero a la vez ser importante en su equipo.
Bajo las órdenes de Chus Mateo, y en su tercera temporada en las filas del Real Madrid, Hezonja vive, a sus 29 años, uno de sus mejores momentos profesionales. El técnico blanco ha sabido poner las virtudes del balcánico al servicio del equipo, canalizando todo ese talento individual para el bien colectivo.
'Super Mario', desplazado al puesto de ala-pívot y que no actúa ya con tanta anarquía sobre el parquet, se perfila como una velada amenaza para el Baskonia tras haber sido recientemente víctima de un virus que le ha hecho perder siete kilos.