Los clubes de la ACB se reinventan año tras año y esta campaña 2024-25, que contará con muchas nuevas caras en la liga, no será una excepción. La liga doméstica ha perdido a algunas de sus estrellas de la pasada edición como Guerschon Yabusele, Vincent Poirier, Codi Miller-McIntyre, Devin Robinson, Kyle Guy, Nikola Kalinic, Ricky Rubio, Rokas Jokubaitis, Vanja Marinkovic, Rudy Fernández o Dustin Sleva, pero a cambio siguen llegando jugadores interesantes con talento y potencial para ocupar su hueco e incluso llevar la liga un paso más allá.

Posiblemente la gran bomba del verano haya sido el fichaje de Kevin Punter por el Barcelona. El talentoso escolta estadounidense con pasaporte serbio lleva años siendo uno de los mejores anotadores de la Euroliga y ahora la ACB podrá también disfrutar de su estético lanzamiento y su capacidad para superar rivales desde el bote en el uno contra uno. También se estrenará en la liga con la camiseta culé el poderoso ala-pívot Chimezie Metu, de quien se esperan muchas cosas y que tras disputar 263 encuentros en la NBA vivirá su primera experiencia en Europa.

Metu intenta superar a Deck durante la pasada Supercopa ACB Photo/E. Cobos

Otro nombre a seguir será el del escolta canadiense Xavier Rathan-Mayes, el elegido por el Real Madrid este verano para cubrir el hueco dejado por Causeur y Rudy Fernández. Los 25,7 puntos que promedió el curso pasado en la liga rusa demuestran que se trata de un jugador con un extraordinario talento anotador que intentará mantener su muñeca caliente también en la ACB.

Eso sí, quizá en el Real Madrid no vaya a tener tantas oportunidades de jugarse tiros como las que va a tener Sekou Doumbouya en el Morabanc Andorra. El alero galo con pasado en la NBA fue el máximo anotador de la liga francesa el curso pasado con 21,2 puntos de media y ha sido el fichaje estrella del conjunto dirigido por Natxo Lezkano. Si se adapta bien, puede dar mucho espectáculo e incluso estar entre los máximos anotadores del torneo gracias a su físico y muñeca.

Doumbouya ejecuta un mate durante la previa de la BCL con el Andorra Morabanc Andorra

También les sobran puntos en sus manos a Nike Sibande, escolta del Girona que promedió 14,7 tantos en Turquía el curso pasado; Caleb Homesley, fichaje estrella del Gran Canaria tras promediar 13,1 puntos la pasada Eurocup; Derrick Alston Jr., ala-pívot que busca seguir los pasos de su padre en Manresa tras registrar 18,6 puntos por choque en Alemania; Payton Willis, el exterior llamado a ocupar el vacío dejado por Kyle Guy en Tenerife que viene de promediar 16 puntos por encuentro en Italia, y Nate Sestina, un ala-pívot con una muñeca privilegiada que llega a Valencia procedente del Fenerbahce y que no se lo pensará dos veces cuando reciba liberado en el perímetro.

También cabe recordar las novedades que presenta el Baskonia especialmente con Timothé Luwawu-Cabarrot y Donta Hall, dos jugadores más que contrastados en Euroliga y que este curso exhibirán también sus virtudes físicas y técnicas en las canchas de la ACB, además de dos bases con potencial como Trent Forrest y Kamar Baldwin.

Todas estas novedades se sumarán a varios jugadores de primer nivel que regresan a la ACB y que prometen dar tanto o más de qué hablar que en sus anteriores experiencias. El Real Madrid ha renovado su juego interior con dos ex de la NBA como Serge Ibaka y Usman Garuba, el habilidoso base Juan Núñez ha fichado por el Barça a la espera de dar el salto a Estados Unidos, el Unicaja ha contratado a Balcerowski tras su escaso protagonismo en Atenas y el Gran Canaria se ha reforzado con Joe Thomasson (Maccabi Tel Aviv) y Mike Tobey (Estrella Roja). Bojan Dubljevic (Zenit) ha potenciado el juego interior del Zaragoza, Kyle Kuric (Zenit) regresa de la mano del Andorra y tres exbaskonistas como Darrun Hilliard (Pinar Karsiyaka), Adam Hanga (Estrella Roja) y Zoran Dragic (Cedevita Olimpija) han recalado en el Breogán, el Joventut y el Bilbao Basket respectivamente.

Talento, desde luego, hay de sobra en esta nueva edición de la ACB, que ha renovado su escaparate y sigue siendo un destino atractivo para los mejores jugadores del baloncesto continental a pesar de la pujanza de otras competiciones.