La pretemporada del Baskonia llegó a su fin ayer con la disputa del último amistoso de la puesta a punto y el conjunto azulgrana piensa ya únicamente en el duelo de ACB que disputará en casa del Lenovo Tenerife el próximo 29 de septiembre en el Santiago Martín, que supondrá el pistoletazo de salida para la habitual maratón de partidos a la que se enfrenta el conjunto azulgrana cada campaña.
Atrás quedan ya los siete encuentros de preparación que han servido a Pablo Laso para evaluar los mimbres con los que cuenta para su primera aventura como entrenador del Baskonia y a los jugadores para conocerse mejor entre ellos y también lo que busca su nuevo entrenador. Sin nada en juego y con los rivales realizando también pruebas de cara al comienzo de la temporada, sería demasiado osado extraer conclusiones definitivas del balance de cuatro victorias y tres derrotas en siete amistosos con el que ha concluido el conjunto vitoriano su preparación.
Su primera piedra de toque fue precisamente ante el que será su primer rival en la ACB, el Lenovo Tenerife, en un choque que se saldó con triunfo para los canarios por 74-78. Después, el equipo viajó a Málaga y allí se impuso al Granada por 80-86, venció al Mónaco por 82-73 y cayó estrepitosamente frente al Unicaja por 102-69. Ya de regreso, el cuadro azulgrana levantó la Euskal Kopa al superar al Bilbao Basket por 81-72, cayó en el pabellón del Casademont Zaragoza por 89-83 y finalmente cerró su puesta a punto con buen sabor de boca al vencer con autoridad al Trieste en el Trofeo Álava-Araba Saria por 93-76.
Amistosos destacables
Posiblemente las actuaciones más destacables de los vitorianos fueron los triunfos ante el Mónaco y el Trieste. El primero por la entidad del rival, llamado a estar en la pelea por alcanzar la Final Four de la Euroliga esta temporada y que sufrió mucho ante la agresiva defensa planteada por los hombres de Pablo Laso, que asfixiaron a su rival durante varios tramos del encuentro y movieron el balón con fluidez comandados por Kamar Baldwin y Timothé Luwawu-Cabarrot.
Ante el Trieste, el equipo exhibió su mejor versión ofensiva y se mostró muy superior de principio a fin sin que el nivel bajara con ninguno de los diversos quintetos que planteó Laso. Eso sí, tanto el Mónaco como el Trieste se presentaron a sus respectivas citas con bajas importantes en la plantilla y sin sus estrellas Mike James y Colbey Ross, a lo que hay que sumarle que los monegascos llegaron muy fatigados tras haber jugado 24 horas antes contra el Unicaja.
Algo similar, pero a la inversa, se puede aplicar a la derrota que más dudas generó, que fue el choque contra el Unicaja que se resolvió por un punzante 102-69 favorable a los malagueños, que demostraron ser un equipo más trabajado y maduro, con las ideas claras, química y unos automatismos que el Baskonia aún está lejos de conseguir. La diferencia fue abismal y preocupante, pero no hay que olvidar que el Unicaja contó con un día más para preparar el compromiso que el Baskonia, que llegó fundido tras enfrentarse al Mónaco el día anterior y al Granada esa misma semana.
Luces y sombras
En cuanto al juego y el potencial de la plantilla, el Baskonia ha dejado algunas notas positivas y otras que no lo son tanto. La mejor noticia sin duda ha sido el gran rendimiento ofrecido por Luwawu-Cabarrot, que apunta a ser todo un acierto de la dirección deportiva. El alero francés, que se ha adaptado a todo tipo de roles e incluso ejerció de base en el último amistoso ante el Trieste, ha sido el más regular de los fichajes y ha aportado en todas las facetas del juego, demostrando ser un gran defensor y tener una buena muñeca con 11,3 puntos por encuentro.
También han dado muestras de su calidad Donta Hall, un portento físico que va a dar mucho al Baskonia bajo los aros, y Kamar Baldwin, un exterior con una gran variedad de recursos ofensivos. Más dudas genera Forrest, que aún debe adaptarse al baloncesto europeo y al que se le ha visto perdido en algunos encuentros, aunque ante el Trieste mejoró sus prestaciones. El lanzamiento exterior es su gran hándicap.
Tampoco termina de convencer Khalifa Diop, que sigue sin dar el rendimiento que se espera de él, mientras que Pavel Savkov parece un paso por detrás del resto de sus compañeros y será difícil que cuente con minutos.
Las directrices en cuanto al juego están claras. Pablo Laso busca un equipo enérgico, que defienda con intensidad y le de mucho ritmo al partido. Tiene mimbres para ello, ya que si hay algo que le sobra a esta plantilla es físico e intenta aprovecharlo con rotaciones largas que permitan a los que están jugando tener frescura de piernas y energía.
En el aspecto físico, el Baskonia ha dado un paso adelante, pero claramente ha perdido potencial en el tiro exterior con la marcha de Marinkovic, Costello y Dani Díez. Se echa en falta un interior con buena muñeca y los porcentajes en el triple en pretemporada han sido pésimos con un 44/153 (28%), una faceta en la que el conjunto gasteiztarra sobresalió los dos últimos cursos y que ahora puede ser un problema a la hora de generar espacios.
Una de las alternativas para compensar esa carencia ha sido colocar a Rogkavopoulos en el cuatro, una de las numerosas combinaciones con las que ha experimentado Laso con una plantilla que también destaca por su polivalencia y la posibilidad de que la mayoría de sus piezas puedan ocupar distintas posiciones. En el estreno liguero en Tenerife se verá al fin cuál es la fórmula por la que apuesta el técnico vitoriano y el nivel que puede ofrecer el Baskonia en un test exigente ante uno de los equipos llamados a pelear por estar en el play off.